Nuevos datos preocupantes para la crisis del campo: España es el tercer país de la Unión Europea que más empresas del sector agroalimentario ha perdido. Durante el año 2022 se redujeron un 4,5%, con un total de 1.383 empresas menos.

Así queda reflejado en los datos del 'Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo. Informe 2023', elaborado anualmente por Cajamar de la mano de Plataforma Tierra. La comparación se realiza entre 2021 y 2022, aparte de porque éste es el último del que se tienen datos completos y cerrados a nivel internacional, por la modificación introducida en el INE en la Encuesta Estructural de Empresas (EEE) y en Eurostat en la Structural Business Statistics (SBS).

En la mayor parte de los países de la UE el tejido empresarial de la industria agroalimentaria tuvo buen comportamiento a lo largo de 2022; sin embargo, España fue una de las pocas excepciones.

Sólo en siete países cayó el número de empresas agroalimentarias, que incluye tanto la industria de los alimentos como la de las bebidas. El ranking lo lideran Luxemburgo (-12,2%), Suecia (-4,6%) y España, con la citada caída del 4,5%. Por su parte, la mayor creación de empresas se produjo principalmente en Dinamarca (+8,5%), Países Bajos (+8,3%), y Estonia (+5,5%).

Si nos centramos en el cómputo global y obviamos el porcentaje, España escala a la segunda posición, solo por detrás de Italia. La reducción en el país gobernado ahora por Giorgia Meloni ha sido de 1.505 empresas perdidas, pero sólo representan una reducción del 2,3%, ya que el número de industrias es más elevado que en España. En cambio, Luxemburgo, cuya reducción en porcentaje es la más elevada, sólo ha perdido 18 empresas, porque cuenta únicamente con 130.

Reducción del número de empresas en el campo español

La agricultura y la industria agroalimentaria ha sido durante cientos de años la base de la economía española, por lo que esta reducción del número de empresas supone un golpe para nuestro campo.

En 2021 en España había 30.547 empresas en este sector agroalimentario. Tan solo un año más tarde, ya solo quedaban 29.164, un 4,5% menos. Desgranando en los dos subsectores vemos que ocurre algo muy similar. El tejido productivo de la industria de los alimentos se redujo un 4,6%, con una pérdida de 1.164 empresas; y la industria de las bebidas perdió un 4,3% de empresas (219).

Hay varios motivos que explican el incesante cierre de empresas en esta industria. El primero es simple y llanamente la crisis que está atravesando el sector primario de toda Europa. El segundo, según han denunciado en repetidas ocasiones los expertos del sector, es la presión burocrática y política de las instituciones europeas. También hay falta de relevo generacional o crisis de mano de obra.

Pero hay otro motivo que explica muy especialmente este problema de menos empresas: la entrada de los fondos de inversión al campo. El aumento disparado de la presencia de los 'brokers' en el campo ha traído consigo un 'asesinato' del campo: sólo desde 2020 se han cerrado 6.200 ganaderías en régimen extensivo, según se calcula en base a los datos de una denuncia de COAG.

Los fondos de inversión que han 'entrado' en el campo se han triplicado en los últimos 13 años. Concretamente, desde el año 2010 hay 152 nuevos fondos especializados en la tierra, pasando de apenas 72 en el inicio de la década pasada a 224 a término del 2023.

En este contexto, el campo se está movilizando para tratar de recuperar lo que era suyo. "Vamos a reivindicar un modelo que incentive una 'ganadería con ganaderos' para no dejar en manos de grandes empresas, macro-explotaciones y fondos de inversión el futuro de nuestra ganadería extensiva", ha subrayado Ángeles Santos, responsable de Ganadería Extensiva de la Ejecutiva de COAG. Una tarea cuanto menos compleja, de difícil solución por la situación general a nivel continental, pero con esperanza tras las múltiples movilizaciones agrarias.

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