Eran la cara 'B' de una de las historias claves en el juicio del 'caso Bankia' y lo han dejado claro. Todo apuntaba a que los exdirectores del Banco de España Pedro González y Pedro Comín iban a protagonizar una de las declaraciones más controvertidas de esta etapa en la que se sientan en el banquillo testigos y no acusados.
La relevancia de sus alegatos guarda relación con la participación directa que tuvieron en la cadena de mails en la que José Antonio Casaus alertaba de la inviabilidad del Grupo BFA-Bankia, que nunca llegó a las altas esferas del Banco de España y que mucho menos se convirtió en informes oficiales.
Más correos, desacreditación y tecnicismos han sido las armas con las que González y Comín han querido quitar relevancia a las evidencias que puso encima de la mesa Casaus.
La fusión fría de las siete cajas era la única manera de salvar las cajas
La primera bala la disparó este lunes el primero en declarar: Pedro González. El entonces director de Inspección del Banco de España sacó a relucir un nuevo correo, añadido a la causa, en el que se evidencia la tendencia favorable de Casaus ante la creación del SIP. La fusión fría de las siete cajas era la única manera de salvarlas, ya que afrontaban "graves" problemas de solvencia, liquidez y rentabilidad.
La inclusión de este mail como prueba fue muy debatido en la Sala, con un choque entre el tribunal y la fiscal, ya que en sesiones anteriores la jueza Ángela Murillo había rechazado incluir otros a la causa y en este caso sí era favorable a hacerlo.
Este correo podría contrarrestar la fuerza de los ya conocidos mensajes de Casaus si no fuera porque el texto se envió un año antes de los mails famosos.
No obstante, esta información sí puede cuestionar la validez de las declaraciones de MAFO como testigo y su colaboración ante el tribunal, ya que constata una reunión con el técnico, que hasta la fecha no había salido a la luz.
Como testigo, Ordóñez se limitó a decir que Casaus había acertado en el resultado pero errado en los motivos. "Es como si me dice que usted se va a morir a la salida porque le puede caer encima una teja y muere, pero no por ese motivo", puso como símil.
Desacreditación y tecnicismo
González también reconoció que la situación de Bancaja "era peor" de lo que pensaban antes del SIP y aseguró que la opción de fusionar Bankia con BBVA, Santander o CaixaBank, estuvo rondando la mesa. Pero más allá de estas afirmaciones, el discurso siempre terminaba intentando desacreditar las advertencias de su técnico. Mismas armas que usó este martes Pedró Comín, que se limitó a alabar el trabajo de Casaus, pero también ha invalidar su punto de vista.
Según la versión del exjefe del grupo de Inspección del Banco de España en Bankia, los correos en los que José Antonio Casaus hablaba de unos saneamientos de 8.000 millones de euros en Caja Madrid carecían de rigurosidad porque eran cálculos "muy básicos" y porque había un informe oficial del mismo técnico en el que hablaba de 4.000 millones para la misma entidad.
Ante esta afirmación tan contundente, la fiscal del caso, Carmen Launa, le ha preguntado que si no se tuvieron en cuenta estas cifras por ese motivo, a lo que él respondió: "No es que no se tuvieran en cuenta, sino que hubo otros elementos que tenían más rigor".
"Nunca miré los cálculos de Casaus porque cuando alguien hace una inspección y calcula la pérdida esperada va a los segmentos donde hay probabilidad mayor de encontrar déficit y, además, eran cálculos muy básicos", ha explicado.
El juicio del 'caso Bankia' se ha suspendido este miércoles, por lo que se reanudará el próximo lunes.