Economía

La polémica del independentismo catalán relanza las ventas de cava de Valencia, Extremadura y la Rioja

Los productores de vinos espumosos de fuera de Cataluña ya notan un aumento de los pedidos para las fiestas navideñas. Fuentes del sector de la distribución temen que el veto a los productos catalanes sea peor que en 2005. Una encuesta entre 1.000 de los principales directivos del gran consumo en España revela que casi el 60% espera un boicot. 

Las bodegas productoras de cava de Valencia, Extremadura, la Rioja y Castilla y León ya notan y se preparan para relanzar sus ventas por el independentismo catalán.

Todavía es demasiado pronto para la campaña de Navidad, pero la mayoría de las bodegas consultadas comentan que los distribuidores ya planean y empiezan a hacer más pedidos porque esperan que las ventas suban este año debido a la polémica de Cataluña. La facturación de las fiestas navideñas supone al menos el 40 por ciento de todo el ejercicio.  

Según fuentes de la patronal, la Denominación de Origen de Utiel-Requena marcha bien. Por ejemplo, una bodega de Valencia afirma que enviará varios palés a clientes que no querían cava catalán para las cestas de Navidad.

En la bodega Matarromera, de Castilla y León, explican que proliferan los casos de llamadas en las que los compradores explicitan que no desean un caldo catalán.

En Almendralejo, algunas observan que ya registran ciertas alzas en las ventas, pero que aún no saben si se debe a un veto a los productos catalanes.

En declaraciones a Efe, el vicepresidente de Apag-Extremadura Asaja, Félix Corbacho, sostiene que debido a esta situación siempre va a haber españoles de fuera de Cataluña que decidan no consumir estos artículos.

Todas y cada una de las bodegas consultadas hablan del enorme ruido existente y relatan conversaciones con clientes que rechazan adquirir vinos catalanes.

El boicot de 2005 provocado por las declaraciones de Carod Rovira en contra de la candidatura madrileña a las Olimpiadas elevó mucho las ventas, y este año los bodegueros creen que puede reproducirse el fenómeno.

En cualquier caso, las perspectivas del sector no son precisamente halagüeñas. Los productores vitivinícolas subrayan que se presenta un final de año complicado y que, entre otros factores, el avance de la recesión y el paro, la supresión de la paga extra de los funcionarios y el incremento del IVA pesarán sobre el consumo.

Las catalanas Codorníu y Freixenet se han diversificado, han desarrollado importantes campañas en el exterior y ya venden una buena parte en el extranjero.

De hecho, Freixenet comercializó en lo que lleva de año más botellas en Alemania (38 millones de unidades) que en España (su segundo mercado con 30 millones).

Fuentes del sector de la distribución admiten en privado que el veto a los productos catalanes este año puede ser más generalizado y duro que en 2005.

Una encuesta llevada a cabo entre 1.000 empresarios y ejecutivos del gran consumo reunidos ayer en el congreso anual de Aecoc arrojó que el 57 por ciento pensaba que habría un boicot.

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