La CEOE ha revisado una décima a la baja su estimación de crecimiento de la economía española en 2020, hasta el 1,5%, una décima menos que la previsión del Gobierno, y para 2021 prevé que se prolongue el proceso de desaceleración, aunque a un ritmo más moderado, con un crecimiento del PIB del 1,4%.
Así figura en su informe de previsiones de la economía española del mes de febrero, en el que la patronal destaca que estas tasas de crecimiento son las más bajas desde el año 2014, ejercicio en el que se inició la recuperación. No obstante, afirma que "no se aprecia riesgo de recesión en el corto plazo".
Según la CEOE, el menor empuje del PIB se focalizará en la demanda interna y más concretamente en la inversión de bienes de equipo, debido a la incertidumbre existente, tanto la procedente del ámbito interno como externo, así como por el aumento de los costes fiscales y laborales y el anuncio de una regulación "más restrictiva", incluso "disruptiva" frente a la actual en algunos ámbitos.
Por su parte, el consumo privado mantendrá su ritmo de crecimiento en el entorno del 1%, que son las tasas más bajas desde que se inició el periodo de recuperación, a pesar de la ganancia de poder adquisitivo y de la creación de empleo.
El consumo público, de su lado, será el componente más dinámico de la demanda interna, con crecimiento del entorno del 2%, por el aumento del empleo público y, en general, por una política "más expansiva" del gasto público.
Menor creación de empleo
En este contexto de menor crecimiento, la CEOE indica que el mercado laboral seguirá creando empleo, pero a tasas "menos positivas" que en años anteriores por el aumento de los costes laborales, especialmente en los sectores más intensivos en mano de obra. Así, espera que el aumento de los ocupados estos dos años esté por debajo de los 300.000 (285.000 en 2020 y 230.000 en 2021), mientras que la tasa de paro será inferior al 13% a finales del año que viene.
En cuanto a la evolución de los precios, la patronal destaca que no hay presiones inflacionistas en la economía española. En 2020, prevé que la inflación media se sitúe en el 0,8%, y en 2021 podría repuntar levemente, hasta el 1,1%, siempre y cuando "no haya sorpresas negativas en los precios de la energía".
La patronal resalta también el "menor compromiso" del Gobierno con la consolidación fiscal en un escenario de pérdida de dinamismo económico, que ha llevado a la CEOE a aumentar la previsión de déficit público, que será superior al 2% del PIB en todo el horizonte de previsión, por encima de las estimaciones del Gobierno.
Riesgo a la baja
En este escenario, la organización liderada por Antonio Garamendi advierte de que predominan los "riesgos a la baja", entre los que destaca la "magnitud de la reversión" de las reformas estructurales, especialmente de la reforma laboral, y su impacto negativo en la competitividad y en el potencial de crecimiento de la economía española.
Asimismo, advierte del "efecto desfavorable" de un aumento de los costes laborales en la creación de empleo, lo que impactará sobre todo en jóvenes, parados de larga duración y trabajadores con baja calificación; así como del "retroceso en el proceso de consolidación fiscal", que podría provocar una mayor subida de impuestos de la anunciada por el Gobierno.
En el ámbito exterior, también alerta de algunos riesgos como el acuerdo del marco regulatorio de las relaciones entre Reino Unido y la UE tras el Brexit, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la inestabilidad financiera en los mercados emergentes y las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y su impacto en los precios del petróleo.