Tras retomar la producción de forma muy pausada, de hecho PSA fue el último de los fabricantes “españoles” que retomó la actividad, la fábrica de Vigo ya trabaja a tres turnos desde el pasado 1 de junio, en las dos líneas de producción de los que dispone la planta. Una vuelta a la actividad que supuso la reincorporación de 400 trabajadores primero para un total en ambas líneas de 1.600 personas, con previsión en próximas semanas de activarse nuevos turnos de trabajo.
Y todo apunta a que el futuro de la planta gallega del Grupo PSA irá en esa dirección, una plantilla al alza gracias a la llegada de nuevos modelos, pues fabricará a partir del próximo noviembre los prototipos eléctricos del conocido como proyecto K9, la nueva generación de furgonetas de tamaño medio que tanto éxito está generando para el grupo francés, en el marco de una iniciativa que cuenta con el apoyo del propio Gobierno gallego.
La ayuda autonómica, que contempla una aportación de 5 millones de euros por parte de la Xunta de Galicia, se ha materializado con la firma de un convenio de colaboración entre PSA y la Agencia Galega de Innovación (GAIN), el pasado 5 de junio, y que permitirá el desarrollo de un proyecto de I+D+i ligado al lanzamiento de la versión eléctrica de las furgonetas que se producen en la fábrica de Vigo.
Esta iniciativa supone que, en los ejercicios 2020 y 2021, se harán inversiones en I+D+i por valor de 20 millones de euros, de los que el 25% son aportados por la Xunta, ajustándose a la máxima subvención que permite la normativa europea. Así, en 2020, la Agencia Galega de Innovación aportará 1,9 millones de los 7,6 que se invertirán en este ejercicio. Con esta inversión, han señalado fuentes de la empresa, comenzarán el próximo mes de noviembre el montaje de los prototipos de furgonetas eléctricas que ahora se producían en China, cuyo lanzamiento industrial estaba previsto para 2021.
Estos prototipos se producirán en el Taller Piloto de la planta de Vigo y servirán para validar las definiciones del producto final que llegará a la serie y el propio proceso de fabricación, un paso previo a la producción de pre-series en las líneas de montaje, prevista para el primer trimestre de 2021.
Fomentar el empleo
La empresa ha valorado que este acuerdo de colaboración con la Xunta permitirá crear tejido industrial y fomentar la creación de nuevo empleo, así como la "capacitación" de trabajadores. Además, servirá para atraer a Galicia inversiones en innovación directamente dirigidas a la fabricación de vehículos cien por cien eléctricos, una de las tecnologías en las que España deberá despuntar para asegurar la llegada de nuevos modelos en los próximos años.
Los objetivos del proyecto subvencionado se enfocan hacia los trabajos de ingeniería y desarrollo que se llevarán a cabo para poner en marcha nuevos procesos y equipos, así como para rediseñar y adaptar los procesos ya instalados en las diferentes áreas productivas de la planta de Vigo, con la visión de hacer posible la fabricación de las distintas versiones de los modelos en producción: térmica, eléctrica e híbrida en el futuro.
El anuncio de la fabricación de los prototipos de furgoneta eléctrica en Vigo se produce pocas semanas después de que el gobierno de Francia presentara un plan de ayudas a la industria de la automoción, condicionado a la relocalización de producción en el país galo. Una confirmación que se produce tras conocerse que la Comisión Europea investigará el proyecto de fusión de los grupos automovilistas PSA y FCA (Fiat Chrysler), por si dicha operación afecta a la competencia en el ámbito de la fabricación de furgonetas. No obstante, fuentes de la factoría viguesa han desvinculado esta investigación del proyecto K9, y dan por hecho que no le afectará.