La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha incoado un expediente sancionador contra Repsol Comercial de Productos Petrolíferos por un posible incumplimiento de los compromisos adquiridos en el marco de la compra de Petrocat.
En concreto, según el organismo, existen indicios de que Repsol habría incumplido varios compromisos recogidos en la resolución del Consejo de la CNMC de 3 de abril de 2014, cuando Repsol adquirió el control exclusivo de Societat Catalana de Petrolis (Petrocat).
En concreto, la CNMC se refiere a los compromisos de la "Sección C", que establecían una obligación de aprovisionamiento mínimo por parte de Repsol de producto (gasolinas y gasóleos) procedente de terceros operadores para la actividad de distribución de combustibles a través de las estaciones de servicio gestionadas por Petrocat en régimen de venta en firme y para la actividad de ventas directas.
Además, el organismo subraya, por otro lado, que los compromisos de la "Sección E" obligaban a Repsol a enviar a la CNMC un informe con carácter anual sobre el grado de cumplimiento del compromiso de la "Sección C". La CNMC señala además que la incoación de este expediente no prejuzga el resultado final de la investigación.
Tres meses de proceso
A partir de ahora se abre un periodo máximo de tres meses para la instrucción del expediente y para su resolución por la CNMC, de acuerdo con la Ley de Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
En octubre de 2014 autorizó la propuesta de venta a terceros de la red de gasolineras de Petrocat hecha por Repsol, excepto en el caso de una estación de servicio. En marzo, Repsol presentó una propuesta de requisitos para realizar la operación y en abril la CNMC detalló las condiciones impuestas para tomar el control de la compañía catalana.
Repsol debía desprenderse de 23 gasolineras -17 en la provincia de Barcelona, cuatro en la de Tarragona, una en la de Lérida y otra en Madrid- en cumplimiento de la ley de cuotas de mercado por provincias, así como permutar la de Font Freda con el objetivo de que se mantenga la presencia de un tercero con imagen propia.
La exigencia de compromiso de aprovisionamiento por otras empresas distintas de Repsol exigido por la CNMC trataba de evitar que la petrolera, que tenía una refinería en Tarragona, reforzase su integración vertical y se pudiera producir un cierre de mercados a otros suministradores.