El mercado del automóvil en España cerró el ejercicio 2023 con casi 950.000 turismos matriculados en la red de concesionarios que supuso un impulso del 16,7% respecto a 2022, una red que sin embargo finalizó el año con una bajada de rentabilidad media que se quedó en el 1,58%, según los datos de Snap-on Business Solutions, frente al 2,24% del cierre del año 2022.
Finaliza así un ejercicio en el que se han apreciado dos partes muy diferenciadas: por un lado, un muy positivo primer trimestre donde la mayor disponibilidad de vehículos, sobre todo nuevos, supuso un aumento significativo de las ventas y, por otro, las últimas tres cuartas partes del año, donde la evolución, siendo positiva, ha sido mucho más moderada.
En el caso del departamento de Vehículos de Ocasión, su impacto en el resultado global de los concesionarios no ha sido tan elevado debido a la mayor disponibilidad de los modelo nuevos, acusando también una moderación en los precios de venta.
La Posventa, por su parte, tras un inicio de ejercicio en el que presentó rentabilidades superiores a las vistas en 2022, vivió en la segunda mitad un cambio de tendencia y la vuelta a unas cifras de rentabilidad más bajas.
Los datos reflejan que el 19,6% de los concesionarios estaba en pérdidas al cierre del ejercicio, una cifra mayor que la del cierre de 2022 y preocupante para el conjunto del sector.
Por áreas, la contribución a la facturación y al resultado ha estado dominada por el área de Vehículos Nuevos (65,2% y 42,7%, respectivamente), mientras que el Vehículo de Ocasión aporta el 19% de la facturación y el 14,3% del resultado.
La Posventa consolida su posición, ya que el taller supone el 5,7% de la facturación y el 12,6% del resultado, mientras que los recambios suman casi el 10,7% de la facturación y más del 30% del resultado.
Exceptuando el cierre del año 2022, que fue excepcional a consecuencia de la falta de producto y los tipos de interés bajo, la rentabilidad conseguida en 2023 ha sido la más alta de los últimos cinco años.
Conviene también citar la evolución de los gastos generales, que se mantiene estable y por debajo de los datos mostrados en 2022, lo que ayuda a la cuenta de explotación.
Pero este dato no debe confundir, ya que el porcentaje ha disminuido como consecuencia de un aumento significativo de la facturación y no por la reducción de los gastos, que han aumentado con respecto al año anterior sin perspectiva de ver un cambio de tendencia en el corto plazo.
Igualmente es preocupante la cifra de que uno de cada cinco concesionarios está en pérdidas, lo cual debe ser una llamada de atención para el conjunto del sector.
Buen arranque de año
En cuanto a estos dos primeros meses de este año, las matriculaciones en los concesionarios han registrado un nuevo aumento en febrero, un 9,9% más que ha supuesto 81.348 unidades. El segundo mes continúa la senda de crecimiento impulsada, principalmente, por las ventas dirigidas a alquiladoras, que se aprovisionan ante la Semana Santa a finales de marzo.
Así, en este arranque del ejercicio ya suman 150.033 nuevas matriculaciones, que suponen un 8,7% más frente a los dos primeros meses del año anterior. De todos modos, el mercado se mantiene todavía sin llegar a las cifras pre pandemia que en el acumulado anual se sitúa un 22,8% por debajo.
Respecto a las ventas por canales, destaca el fuerte crecimiento del rent-a-car que aumentan sus compras para aprovisionarse de cara a la Semana Santa. En febrero, suman 18.015 unidades, un 89,7% más que el año anterior.
Por su parte, las ventas a particulares y empresas registran comportamientos diferentes. Mientras que las compras de particulares aumentan un 7,2% en febrero, con 34.787 unidades, el canal de empresa registra un retroceso del 10,9% en el segundo mes, con 28.546 ventas.
