El ejercicio de reestructuración financiera está incluso cerrado para la troika. Sin embargo, pese a la millonaria inyección de dinero público que ha servido para recapitalizar las antiguas cajas, la transferencia del ladrillo tóxico a la Sareb y los más de 100.000 millones en provisiones por todo el sector, el crédito sigue sin fluir. No sólo eso. Sino que el proceso de desapalancamiento del sector está alcanzando sus máximos históricos. Los datos de la patronal bancaria AEB así lo certifican. Entre agosto de 2013 (últimas cifras suministradas) y 2012, los bancos españoles han reducido la concesión de créditos en 94.290 millones, un 11,1% menos, hasta los 755.365 millones.
En agosto, último mes contabilizado por la Asociación Española de Banca (AEB), el tijeretazo al crédito de los bancos residentes en España, sin incluir las sucursales de entidades comunitarias o extracomunitarias, alcanzó los 8.340 millones. Santander y BBVA lideran esta caída de la financiación. Entre ambas entidades suman el 82,5% del descenso, con un total de 6.888 millones. El volumen de desplome es equitativo: 3.585 millones (BBVA) y 3.303 millones (Santander). En el interanual, las entidades presididas por Emilio Botín y Francisco González aglutinan casi la mitad del descenso interanual: 41.595 millones. En el caso del Santander, la caída, según los datos de la AEB, alcanza los 31.842 millones, frente a los 9.753 millones de BBVA.
En la entidad con sede en Boadilla explican este enorme descenso en que los datos de la asociación bancaria reflejan el perímetro de la matriz en España en la que se incluyen operaciones de financiación entre empresas del grupo Santander, como, por ejemplo, préstamos del banco a la inmobiliaria Altamira para la adquisición de activos. Corregida esta situación, el recorte del crédito por parte del Santander se vería reducido en más de un 50%. En el caso de BBVA, la entidad azul ha recortado, en apenas cuatro meses, la mitad del saldo crediticio (14.860 millones) que le aportó la integración de Unnim.
Santander y BBVA suman un recorte de casi 41.600 millones en el último año, según los datos de la AEB. Desde las entidades corrigen esta reducción a algo más de la mitad
Desde el sector financiero se niega un recorte sistemático del crédito. En su lugar, asegura que ahora son más selectivos a la hora de prestar por miedo a que la morosidad siga aumentando. “Los bancos no recortan el crédito a todos los sectores de forma indiscriminada. Continúan analizando todas las operaciones, con independencia del sector del que provengan, aplicando los criterios de solvencia y rentabilidad ponderado por riesgo”, explican desde una entidad. Sin embargo, los datos demuestran que la financiación hipotecaria es la más castigada. Desde principios de 2011, el saldo vivo del crédito otorgado a los hogares para la adquisición de vivienda se ha contraído en más de un 20%, recorte que se dispara hasta el 85% en el caso de las nuevas operaciones.
El crédito otorgado por las entidades financieras al resto de sectores residentes mantiene una tendencia a la baja presionado tanto por los factores de demanda como de oferta, defiende la AEB en su informe económico financiero de septiembre. "Por un lado, la demanda de crédito de los hogares se encuentra negativamente afectada por el limitado avance de la renta disponible y el proceso de desapalancamiento mientras que la demanda de las empresas", asegura el informe, "aunque se perciben síntomas de una ligera mejora de la inversión, sufre del exceso de capacidad instalada y la incertidumbre en cuanto a la intensidad de una eventual recuperación al tiempo que se amplía el recurso a la autofinanciación. Por el lado de la oferta, las entidades de crédito están sometidas a un proceso de reestructuración y recapitalización y a nuevas exigencias regulatorias. Además, la morosidad sigue aumentando, lo que reduce la rentabilidad".
La falta de crédito a las empresas, y especialmente a las pymes, es actualmente una de las principales preocupaciones sobre la economía española. De hecho, el Gobierno ha lanzado un plan con el objetivo de estimular formas alternativas de financiación para estas compañías, aunque, por el momento, sólo se trata de planes de futuro. El propio Banco Central Europeo (BCE) asegura estar buscando mecanismos para estimular el crédito a las pequeñas y medianas empresas, evitando así la fuerte disparidad de costes que tienen que soportar estas compañías en los distintos países de la zona euro. En su último informe anual, el Banco de España, al analizar las causas que están detrás de la caída de la financiación bancaria, afirmaba que se trata de una suma entre factores que afectan la demanda (menos solvencia de los demandantes por la crisis económica) y factores que afectan la oferta (dificultad de las entidades para acceder a financiación barata).