El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, afirma que el objetivo del Gobierno es que la presión fiscal no rebase el umbral del 38%-39% del PIB, "un nivel similar al de 1998 y 2002, cuando el PP aprobó las anteriores rebajas fiscales".
En un artículo publicado este domingo en El Mundo, Montoro señala que las rebajas impositivas, que entran en vigor a partir del 1 de enero, buscan actuar en la economía "a corto, medio y largo plazo" para que España sea un país "más sólido y cohesionado", capaz de generar crecimiento y empleo "de manera sostenida en el tiempo".
Asimismo, sostiene que la mejora en la renta de los trabajadores y autónomos tendrá un efecto inmediato sobre el consumo. A su juicio, un mayor salario disponible unido a la mejora de las perspectivas económicas, permite a los ciudadanos retomar decisiones de gasto e inversión que la crisis había aplazado, según Efe.
Montoro asegura que esto tendrá su reflejo en un impulso de los resultados de las empresas, que podrán plantearse crecer y crear puestos de trabajo, "lo que hará que cada vez haya más personas con capacidad de compra e incrementará las bases imponibles y los ingresos tributarios para sostener el estado de bienestar".
También subraya que la reforma fiscal estimula el ahorro y mantiene los desincentivos al endeudamiento de la economía, tanto en ciudadanos como en empresas. Incide también en que el Gobierno la utiliza "de una manera decidida" para hacer política social.
Además, el ministro recalca que esta es la reforma fiscal que necesita España para salir de la crisis y la que necesitan los españoles para compensar una etapa "tan larga y penosa".