El BCE prepara un nuevo análisis de la banca europea con los datos recopilados durante los test de estrés coordinados por la EBA. Pero esta vez, se hará desde una perspectiva más dinámica y el análisis dependerá de la división de Política macroprudencial y estabilidad financiera del organismo, una de las áreas que lleva directamente el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos. Este matiz es importante, ya que los test de estrés tradicionales dependen del Mecanismo Único de Supervisión (MUS).
La elaboración de este nuevo estudio lo anunció, precisamente, el ex ministro de Economía durante un desayuno informativo organizado por Deusto Business School este lunes. En el encuentro explicó que estos nuevos test quieren mostrar una foto dinámica, ya que los "típicos" arrojan una "foto estática de la banca y no recoge potenciales escenarios adversos".
Es decir, siempre se asume que la entidad continúa con un comportamiento similar a lo que hacía antes de que el escenario se materializara. Por ejemplo, se entiende que aunque el PIB caiga en varios puntos y el paro suba otros tantos, los bancos siguen concediendo el mismo nivel de crédito.
Los resultados serán públicos en primavera
Y es por ello que el BCE está haciendo este ejercicio, "para ver qué pasaría si los bancos reaccionasen ante este nuevo panorama", señaló Guindos.
Las variables que está utilizando el órgano regulador aún son desconocidas, pero se harán públicas esta primavera, junto con los resultados. Eso sí, esta vez los datos serán agregados y no individuales, por lo que serán ciegos.
Guindos puso de manifiesto que los últimos test de estrés mostraron una mejora en la situación de capital y liquidez de la banca, si se compara con los datos de 2016, pero también advirtió que el BCE no puede caer en la "complacencia" e instó a algunos bancos a reforzar su capital, ya que es "mejor más que menos".
En 2016 ya el BCE hizo algo parecido tras conocerse los test de estrés de aquella fecha.
Test de noviembre
Los últimos test de la EBA señalaron los bancos británicos Barclays y Lloyds como dos de las entidades peor capitalizadas de la Unión Europea, mientras que todos los bancos españoles pasaron el examen, aunque su ratio de capital en un escenario adverso se quedaría por debajo de la media del Continente.
La ratio de capital CET1 fully loaded media de la banca europea caería hasta el 10,1% en 2020, desde el 14,2% con el que cerró 2017, en un escenario adverso en el que durante estos tres el crecimiento del PIB se desviase un 8,3% de las previsiones, la tasa de paro se elevase un 3,3%, la inflación alcanzase el 1,9% y el sector inmobiliario experimentase una caída de precios en el entorno del 20%.
Bajo este escenario apocalíptico, la ratio de capital de máxima calidad de Banco Santander descendería hasta el 9,2%, la de CaixaBank hasta el 9,11%, la de BBVA hasta el 8,8% y la de Banco Sabadell hasta el 7,58%. Aunque oficialmente la prueba no fije de manera oficial un listón que diferencie entre aprobado o suspenso, el mercado establece este nivel en el 5,5%.