El proyecto de la españolidad de Deoleo se fraguó, hace dos semanas, a golpe de teléfono desde el Gobierno. Tanto Miguel Arias Cañete, titular de Agricultura, como Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, comenzaron una ronda de contactos con los bancos accionistas para buscar una solución ‘nacional’ a la aceitera. En esas llamadas, los dos ministros presionaron a La Caixa (5,3%), Kutxabank (4,2%), Bankia (16,5%) y BMN (4,2%) para que no vendieran su participación en Deoleo a ninguna de las ofertas extranjeras, según confirman fuentes conocedoras del proceso. Unicaja (9%), la otra entidad presente en el accionariado, nunca ha pensado en vender. Sin embargo, Cañete se llevó la negativa de Bankia.
El titular de Agricultura se puso en contacto con la cúpula de Bankia para conminarles a continuar en Deoleo, que finalmente ha sido adquirida por el fondo CVC. Cañete explicó el proyecto de ‘compañía española’ que tenían pensado para el futuro de la aceitera, a través de la entrada de la SEPI (Sociedad Española de Participaciones Industriales). Para ello necesitaban que todos los bancos accionistas mantuvieran su participación en Deoleo. Tanto Kutxa como Caixa aceptaron apoyar esta candidatura, a cambio de poder salir de Deoleo en el corto plazo. Pero Bankia respondió con un ‘no’ a las presiones del Gobierno. Los directivos de la entidad nacionalizada argumentaron su negativa a Cañete en la obligación de cumplir el plan de reestructuración marcado por Bruselas a cambio de su rescate. Un plan que obliga a Bankia a desprenderse de todas sus participaciones industriales antes de que finalice su plan estratégico en 2015.
Sin el apoyo de Bankia, obligado por las directrices de Bruselas, el Gobierno intensificó sus contactos con La Caixa y Kutxabank para mantener un núcleo duro español, consciente de que la oferta de CVC Capital Partners, dispuesto a pagar un precio de 0,38 euros por acción por la totalidad de la compañía, lo que supone un importe total de unos 439 millones de euros, era muy superior a la que ofrecía la SEPI. En esas llamadas, Cañete y Montoro arrancaron de estas dos entidades el compromiso de continuar en Deoleo más allá de la OPA que lanzará el fondo por el 100% de la aceitera. Precisamente, tanto la entidad catalana como la vasca querían aprovechar ese proceso para deshacer su participación en Deoleo. La misma estrategia tenía pensado cumplir BMN, que, finalmente, vendió su participación a CVC junto a Bankia.
Hojiblanca pidió el apoyo de Bankia, en la mañana del jueves, al trasladarle que igualarían la oferta de CVC en la reunión del consejo. La entidad nacionalizada la hubiera apoyado si hubiese sido ratificada por el consejo
“Ninguno de los bancos, salvo Unicaja, quiere continuar en Deoleo. Por eso, cumplido este período en el que se han comprometido con el Gobierno, La Caixa y Kutxabank saldrán de Deoleo”, confirman fuentes de su consejo. Esta es la razón por la que los bancos no aceptaron la oferta que realizó Hojiblanca el pasado jueves en el consejo de la aceitera. La empresa malagueña ofreció el mismo precio (0,38 euros por título) ofertado por CVC. Incluso, en la misma mañana del pasado jueves, directivos de Hojiblanca se pusieron en contacto con Bankia para convencerles de que debían de apoyar su propuesta y no la de CVC. La respuesta de la entidad nacionalizada fue contundente: apoyarían su oferta, si el consejo de Deoleo así lo ratificaba.
La venta a CVC ha causado una reacción airada en Dcoop, antigua Hojiblanca. Su director general Antonio Luque reconoció esta sábado a EFE que es partidario de salir de Deoleo, donde la andaluza tiene un 9,6% de las acciones, porque no se puede quedar "para ser comparsa de estrategias que a lo mejor no comparte", aunque la decisión compete al consejo de administración.
“No nos vamos a quedar con un fondo de capital riesgo, propietario de más del 50%, una sociedad que cotiza en bolsa y que ese fondo va a tener control absoluto de la sociedad, si eso es así, no tiene ningún sentido que nos quedemos”, agregó. “Todo el mundo da esto por cerrado y todavía queda que la compañía materialice la compra, un contrato con compromiso de ampliación de capital, y un contrato de hacer una OPA voluntaria, queda trabajo por hacer”, subrayó antes de hacer hincapié que la decisión de salir de Deoleo la tomará el consejo de administración de Dcoop, que aún no ha convocado asamblea.
"Hoy por hoy mi opinión es irnos y reclamar lo que haya que reclamar", ha manifestado Luque, quien ha especificado que la cooperativa andaluza tendría que pedir los 55 millones de euros en los que se valoraron los activos que aportó.
Unas palabras que adelantan más ruido alrededor de una operación que Arias Cañete ya contemplará desde Bruselas, en su nueva etapa como eurodiputado.