Economía

Por qué las agencias de viajes españolas no caerán como Thomas Cook

La elevada deuda y un modelo de negocio "obsoleto" han llevado al turoperador británico a la quiebra

  • Thomas Cook.

La quiebra de Thomas Cook ha hecho saltar las alarmas en España sobre el futuro del sector turístico y el porvenir de las agencias de viajes y turoperadores. Si el gran competidor Internet ha desplomado a uno de los pesos pesados, quién sabe lo que pasará con los demás. Pero lo cierto es que resisten ante la competencia de sus rivales online. Según refleja un estudio de Iberinform (Crédito y Caución)la facturación media de estas empresas en España no ha dejado de crecer desde 2015 y sus ratios de rentabilidad han recuperado el signo positivo que perdieron con la crisis.

Los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) lo constatan. Las cifras de negocio de las agencias de viajes y turoperadores españoles han crecido mes a mes en los últimos dos años, salvo en octubre de 2018, donde sufrieron una leve caída interanual. Concretamente, en los últimos tres meses el índice de ventas creció un 7,7% en mayo respecto al mismo mes de 2018, un 5,4% en junio y un 3,1% en julio, el último dato registrado.

El pasado año el sector superó por primera vez la barrera de las 9.500 empresas, con un aumento de más de 200 sociedades respecto a 2017, según datos recogidos por Statista. Viajes El Corte Inglés es la red de agencias de viajes líder en España. Cerró el pasado año con una facturación de más de 2.700 millones de euros, lo que supone un crecimiento de casi el 5% en las ventas, convirtiéndose así en la segunda línea de negocio más productiva del grupo que preside Marta Álvarez, con más de 600 delegaciones y alrededor de 4.700 empleados.

El socio director de la consultora PHG, Ivar Yuste, explica que la supervivencia de Viajes El Corte Inglés radica en el importante peso del negocio corporativo, enfocado a viajes de empresas, "un segmento mucho más estable, con más margen y grandes contratos con multinacionales". Y pone el ejemplo de otras grandes compañías que subsisten con el mismo modelo, como American Express o Carlson Wagonlin, que planean los viajes de los ejecutivos de las empresas en hoteles de cuatro y cinco estrellas. 

Por volumen de ventas, a Viajes El Corte Inglés le sigue la división minorista de agencias de viajes de Globalia, compuesta por Viajes Halcón, Globalia Corporate Travel y Viajes Ecuador. Todas ellas sumaron una facturación conjunta de casi 1.100 millones de euros en 2018, una cifra un 5% menor que la de un año antes. Fuentes cercanas al grupo explican a Vozpópuli que esta bajada se debió a que contaban con dos lotes de la Administración del Estado que eran "poco rentables y ruinosos". Y apuntan que el objetivo para este año es hacerla crecer un 2%, algo que "parece que se va a cumplir". 

Además, el pasado año Globalia experimentó una restructuración con la escisión de la actividad vacacional y corporativa de viajes de empresa, Globalia Corporate Travel. La división minorista supuso en 2018 un 29% del total de la cifra de negocio consolidado de todo el grupo, que sumó 3.850 millones de euros. A esta se suman otras grandes marcas como el Grupo Barceló con su división minorista de Ávoris B the travel brand, que facturó al menos mil millones de euros en 2018.

Deuda y un modelo "obsoleto"

El talón de Aquiles del gigante británico era su elevada deuda, que en su primer semestre fiscal de 2019 (del 1 de octubre de 2018 al 31 de marzo de 2019) superaba los dos mil millones de euros. La desastrosa fusión con MyTravel en 2007, con la que buscaba crear un 'monstruo' europeo para desafiar a los rivales emergentes de Internet, supuso un desembolso de más de 1.000 millones y sólo acarreó adeudos que ha ido arrastrando y aumentando desde entonces.

Ivar Yuste explica que además de esta fusión, el principal problema de Thomas Cook era precisamente su modelo de negocio, con gran parte de las ventas 'offline' en sus tiendas físicas y haciendo uso de viejas técnicas de promoción y captación, como la distribución de folletos publicitarios en la calle. Un modelo que Yuste considera "caro y obsoleto".

"El tipo de cliente inglés que accedía a su producto era de poder adquisitivo medio o bajo, por lo que no generaban márgenes altos en las cadenas de hoteles y vuelos que prestaba", comenta. Según dice, la compañía argumentaba que ese público precisaba este tipo de servicios a pie de calle, pero "ya compraba en Amazon a través de Internet", por lo que podía haberse renovado.

Thomas Cook cuenta con varias aerolíneas compuestas por 105 aviones y posee 200 hoteles y complejos hoteleros con su marca. En este sentido, mantenía un modelo de integración vertical por el que sólo vendía paquetes completos a sus clientes en el mercado nórdico, alemán y británico con un componente únicamente vacacional. 

En opinión de Yuste, estos han sido los grandes motivos de su declive, que nada tienen que ver con las estrategias que siguen las agencias de viajes en nuestro país, pues "no están integradas verticalmente y las vacacionales, con alguna excepción, o han desaparecido o van a desaparecer". Los expertos apuntan que los que verdaderamente sufrirán las consecuencias de la caída de Thomas Cook serán los hoteleros con mayor dependencia de la turoperación.

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