"Pero tú estarías a tope, ¿no?" Con esta sutil insinuación, lanzada justo al final de la entrevista de trabajo por el que habría sido su jefe, Juan tuvo el pálpito de que finalmente no sería seleccionado para el puesto al que aspiraba. Acababa de cumplir 50 años, y aunque ni el headhunter que le había contactado en primera instancia ni la persona de Recursos Humanos de la empresa con quien se había visto previamente habían puesto ninguna objeción a su edad –de hecho, el puesto requería cierto bagaje porque se trataba de una posición internacional y con bastante responsabilidad– esa última pregunta en español tras 45 minutos de fluida conversación en inglés hizo saltar una señal de alarma en su cabeza. "Nunca sabré si fue por mi edad o por otro factor, porque nadie te lo va a decir abiertamente, pero el caso es que ahí terminó para mí el proceso", recuerda Juan, que prefiere usar un nombre figurado.
Más sangrante fue el caso de Socorro. Tras superar con éxito las entrevistas en remoto para un trabajo que implicaba un cambio de residencia, sus posibles empleadores le comunicaron que todo había ido como la seda y que el siguiente paso era conocerla en persona, para lo cual estaban encantados de pagarle un billete de avión. "Me pasaron con una persona de administración para los detalles. Le di mis datos personales, entre los que estaba mi fecha de nacimiento. No había transcurrido ni media hora cuando recibí una llamada en la que me informaron de que el puesto ya se había cubierto internamente".
El edadismo en España
Según datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), en España hay 930.000 personas mayores de 50 años en situación de desempleo, lo que significa que los profesionales senior representan casi el 30% del total de parados que hay en el país. Y es que, pese a los buenos deseos corporativos, los discursos inclusivos y las iniciativas en favor de la diversidad y la igualdad, la expulsión de profesionales del mercado laboral a partir de una determinada edad sigue siendo un problema crónico en España.
¿Por qué se aparta a los senior? Los trabajadores veteranos cargan con una serie de sambenitos que reducen sus posibilidades laborales. “Hay que pagarles más”, “son menos flexibles” o “tienen pocas ganas de aprender” son algunas de las objeciones que a menudo se esgrimen contra estos candidatos.”Son prejuicios que se han ido asentado durante años”, señala Antonio Mera, responsable de Generación SAVIA, un proyecto de Fundación Endesa y Fundación máshumano que busca potenciar la empleabilidad de los profesionales mayores de 50 años.
Uno de los clichés más extendidos es el de la aparentemente insalvable brecha digital de los trabajadores mayores. Un estudio de Fundación SAVIA, sin embargo, recuerda que la tecnología no ha sido un impedimento para que muchos profesionales senior trabajaran desde casa durante el confinamiento, y que, de hecho, el 95,5% estaría dispuesto a seguir desempeñando sus tareas en remoto.
Un cliché muy extendido es el de la aparentemente insalvable brecha digital de los trabajadores mayores
Aunque en público pocos se atreven a discutir las virtudes profesionales de las canas, la realidad es que de puertas para adentro lucen poco en los procesos de selección. Para Juan de Peñaranda, executive director en Michael Page Interim Management, el problema no suele estar en la persona que toma la decisión final, sino en que estos perfiles raramente llegan tan lejos en el proceso. "La criba por edad la hacen los departamentos de Recursos Humanos. Cuando a nosotros nos llega un encargo con un requisito de edad ‘menor de 35 años’, nuestra misión como consultores es explicarle al cliente que si un candidato tiene encaje técnico, salarial y personal, la edad nunca va a ser un obstáculo. Es más, si te piden tres años de experiencia y tú le ofreces 18 por el mismo precio, ¿cuál es el problema? Nuestra experiencia es que cuando nos dan la oportunidad de presentar a un candidato así, suele ser un éxito".
Gente con 'canas de trabajar'
Pero no todo van a ser malas noticias para los profesionales veteranos. La consultora Michael Page ha identificado los nichos de empleo en los que los años tienen buen encaje en sectores como Ingeniería, Pharma, Salud o Tecnología; áreas funcionales como Recursos Humanos u Operaciones, o posiciones concretas como controller financiero, analista o programador con enfoque a negocio o jefes de proyecto son algunos de estos territorios laborales ‘agefiendly’.
Antonio Mera es de la opinión de que, en la actual sociedad del conocimiento, la experiencia debería ser una ventaja laboral en casi todos los trabajos. Entre otras cosas, argumenta, porque “muchas de esas habilidades que ahora tanto se valoran en las empresas, como la resiliencia, el pensamiento crítico, el compromiso, la flexibilidad o el trabajo en equipo no son cualidades que surjan de la nada, sino que se van desarrollando poco a poco a lo largo de la carrera profesional”.
Los años también proporcionan algunas ventajas a la hora de buscar trabajo. Y es que una carrera larga brinda más oportunidades de conocer a gente interesante. De hecho, según la consultora especializada en recolocación Lukkap, la red de contactos es la principal vía de acceso a un nuevo trabajo para los mayores de 50 años (el 60,3% encuentra trabajo a través de esta vía). “La suma de experiencias vitales y profesionales hace que las personas con carreras dilatadas generen un mayor número de contactos de valor. Además, son personas que se han visto ante una gran variedad de situaciones, roles y trabajos, y esto hace que cuenten con muchos más recursos y soltura a la hora de generar un discurso de impacto, lo que se traduce en una mayor predisposición a colaborar por parte de su red de contactos”, destaca Ana Meso, directora de Outplacement en Lukkap.
La red de contactos es la principal vía de acceso a un nuevo trabajo para los mayores de 50 años
Antonio Mera cree que las empresas que ignoran sistemáticamente a los trabajadores senior corren un serio riesgo de pérdida de talento y conocimiento. Un peligro que, además, choca de lleno con una realidad demográfica que habla de un progresivo envejecimiento de la población española y que tiende a retrasar cada vez más el momento de la jubilación, que a partir de 2027 se situará ya en los 67 años. "Una sociedad que se plantee en serio su futuro necesita toda la energía disponible. Y los profesionales senior aportan acción desde la reflexión; valentía desde el sentido común; nuevas habilidades desde el conocimiento experto; frescura enriquecida con experiencia; optimismo desde el realismo, y creatividad desde la responsabilidad", resume.
Eso sí, advierte Juan de Peñaranda, el senior también tiene que poner de su parte. Este especialista alerta sobre lo que él llama "el efecto jefe de Asterix", especialmente acusado en aquellos perfiles que han sido directivos. "Cuando estás acostumbrado a que te lleven montado sobre el escudo, tienes problemas cuando te toca bajar al suelo. Muchos siguen instalados en la idea de que, como durante muchos años estuvieron ganando un determinado dinero, no deberían aceptar menos. Pero ese mundo es el pasado, ya no existe".
Según este experto en selección, la verdadera medida de la empleabilidad de una persona '50+' la da su actitud. "Porque todo el mundo quiere contar en su equipo con personas capaces de ilusionarse con las cosas, de seguir aprendiendo y de entregarse a su trabajo. Y esas son las cualidades que, tengas la edad que tengas, tienes que intentar transmitir en la entrevista".
Gladiator
Es una vergüenza. ¿Por que qué nadie hace nada contra esta flagrante discriminación inconstitucional? Luego vendrán los liberales de salón diciendo que todo el mundo aspira a ser funcionario y blablabla. ¿Son los empresarios españoles tan modélicos? La gente no es tonta.