Los datos de empleo de marzo son indudablemente buenos. Y no sólo porque se hayan ganado 160.579 nuevos afiliados a la Seguridad Social, la mejor cifra en este mes de la serie histórica. O porque en los últimos doce meses se hayan creado 536.512 trabajos y el total se sitúe en los 16,83 millones, una subida mensual del 0,96 por ciento y anual del 3,29 por ciento, lo que indica que el PIB avanza a tasas cercanas al 3 por ciento.
Desde el punto más bajo de la crisis, se han recuperado unos 682.000 puestos. Aún así, todavía queda mucho para recuperar el máximo de 19,4 millones de ocupados. Y una vez más la economía española está recurriendo a lo de siempre para crear empleo en cantidad aprovechando que el ciclo acompaña de nuevo: la hostelería y la construcción. El tirón de esos sectores se vislumbra como la única forma de colocar a mucha gente sin formación de manera muy rápida.
Pese al frío de las primeras semanas, el buen tiempo y la entrada de la Semana Santa han provocado que en marzo la hostelería sume 45.979 afiliaciones más a la Seguridad Social. Aunque a cierta distancia, le sigue la construcción con 13.151 nuevos cotizantes. Pese a la destrucción sufrida durante los últimos años, este sector también suele repuntar con el buen tiempo y ya ha logrado remontar un 7,1 por ciento respecto al empleo que registraba doce meses antes.
Inmediatamente por detrás, las actividades administrativas incorporan 12.865 nuevos afiliados. Y la Administración Pública, cómo no en época de elecciones, crea otros 10.067 puestos de trabajo. Hay que descender hasta el quinto lugar para encontrar creación de empleo en una actividad que aporte valor añadido y que constituya un tejido productivo duradero. Y ahí se encuentra la industria manufacturera, que añade 6.913 ocupados.
En total, en el mes de marzo se han suscrito casi millón y medio de contratos. Para ser exactos, 1,44 millones, un 17,5 por ciento más que hace un mes y un 18,5 por ciento más que hace un año. Si bien, como es habitual, la gran mayoría de ellos se corresponden con temporales, es decir, 9 de cada diez contratos realizados son de obra y servicio, eventuales o de formación. Tan sólo un poco más de la mitad se firman a tiempo completo.
No obstante, la noticia que refleja una mejor confianza hacia el futuro radica en el número de contratos indefinidos a tiempo completo, que se eleva un 28 por ciento en el último año y alcanza un 10 por ciento del conjunto de los contratos. La mejora es bastante superior que la de la contratación temporal, cuyo número crece en el año un 17 por ciento como ya hemos apuntado.
La contratación indefinida deja atrás las cotas registradas durante los años de La Gran Recesión, cuando su número no representaba ni siquiera el 7 por ciento del total de contratos. Eso sí, el 20 por ciento de los indefinidos lo copa el tiempo parcial, a pesar de que los demandantes buscan un empleo a jornada completa tal y como se muestra de forma repetida en la Encuesta de Población Activa.
En cuanto al paro, se ha reducido en 60.214 personas, el mayor descenso de los últimos 13 años. El número total de parados se sitúa en los 4,451 millones de parados, todavía una cifra demasiado abultada si tenemos en cuenta que la cobertura económica sigue cayendo y se coloca en el 55,7 por ciento, 7,7 puntos menos que hace un año. Únicamente 2,3 millones de desempleados reciben algún tipo de prestación contributiva o asistencial, lo que supone que más de 2 millones de personas permanecen totalmente desprotegidas por la cobertura del Servicio Público de Empleo. De los beneficiarios, 919.142 aún cobra la prestación contributiva de paro y algo más de un millón sólo ingresa el subsidio de desempleo.
Esta reducción se traslada de modo muy claro al gasto destinado a prestaciones, que en febrero de este año disminuyó hasta los 1.881 millones, un 17 por ciento menos que hace un año y hasta casi 1.000 millones menos que en el mismo mes de 2013. Pero no sólo se contabiliza menos gente recibiendo alguna prestación. También los beneficiarios que sí que la cobran se embolsan cifras inferiores a hace unos años. De suerte que el desembolso medio por beneficiario ha caído desde los 860 euros mensuales de 2013 a los 810 que ingresan ahora de media en 2015.
Por otra parte, el régimen de autónomos muestra cierta mejoría. En marzo, el número de trabajadores por cuenta propia subió en 16.777, un 0,54 por ciento más que el mes anterior y un 2,38 por ciento más que un año antes. La rama que más repunta es el comercio, seguida de la construcción, la hostelería y las actividades profesionales científicas y técnicas.