La inestabilidad que viven a día de hoy los mercados internacionales -propiciada por fenómenos como el 'brexit', las elecciones europeas o la guerra comercial entre Estados Unidos y China- se ha traducido en el último año en un estancamiento de las exportaciones para un sector clave en la economía de nuestro país como lo es la industria de alimentación.
En particular, ha afectado de manera bastante grave al número de empresas nacionales dentro de este sector que exportan a otros países. Según el último informe de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), el número de empresas de alimentación y bebidas que exportan ha descendido por primera vez desde el año 2005. En tan sólo un año, más de 1.300 compañías han optado por abandonar la denominada como “aventura exportadora”.
Según apuntan fuentes de FIAB, en su mayoría se trata de pequeñas y medianas empresas (pymes), ya que predominan en el sector. Muchas de ellas, tras llevar a cabo exportaciones durante 2017, a lo largo de 2018 optaron por no vender sus productos a nivel internacional debido a la situación de incertidumbre económica que está provocando el proceso de divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea, sumado a la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos o a todos los procesos electorales que se han sucedido durante el último año.
Cierta estabilidad a pesar de todo
No obstante, el nivel de ventas al exterior se ha mantenido “estable” debido a que el resto de empresas exportadoras ha facturado más durante el último año.
A nivel global, la citada “incertidumbre” también se ha notado, ya que ha provocado que las exportaciones en la industria de la alimentación y bebidas se hayan estancado por primera vez en más de 10 años. El año pasado se cerró con unas ventas al exterior de 30.470 millones de euros, un 0,4% menos que en 2017.
"Por segundo año hemos superado los 30.000 millones de euros de ventas al exterior, pero no ha habido crecimiento y se ha roto la racha de los últimos ocho años, debido a la incertidumbre internacional por las guerras comerciales, los aranceles, el 'brexit' y la debilidad de la demanda interna en países como Francia, Italia o Países Bajos", indicó ayer durante la presentación del Informe Económico de 2018 el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo.
El sector, por tanto, cuenta con un saldo comercial positivo para finales de 2018 de 8.025 millones de euros, un 2,1% menos en comparación con el ejercicio anterior. No obstante al mismo tiempo, España ha superado a Italia como país exportador, situándose en la cuarta posición del ranking de la Unión Europea.
En lo que se refiere a destinos de las exportaciones, Francia continúa a la cabeza -con un valor de 4.783 millones de euros- en exportaciones y una cuota de más de 15% del mercado de alimentación y bebidas. Después de nuestro vecino galo se encuentra Italia (3.642 millones de euros), Portugal (3.413 millones de euros), Reino Unido (2.037 millones de euros) y Alemania (1.857 millones de euros). En total, la UE supone casi dos tercios de las exportaciones españolas.
Reino Unido aumenta sus importaciones
Sin embargo, el conflicto entre Bruselas y Londres no ha traído solo cosas negativas para el sector. Según señaló el propio García de Quevedo durante la presentación, la incertidumbre ante el 'brexit' ha provocado que muchos importadores y distribuidores británicos hayan aumentado sus compras de alimentos y bebidas españoles durante el primer trimestre del año para “acumular stock”.
Durante el último año, las exportaciones a Reino Unido han crecido cerca de un 4%, un dato que confirma el repunte que han sufrido tras la bajada experimentada en 2016, año en el que se conoció el resultado del referéndum sobre la salida de la Unión Europea.
"Durante el primer trimestre ha habido cierta acaparación de alimentos por el 'brexit' y han hecho un 'stock' de seguridad más alto", explicó ayer García de Quevedo, en declaraciones recogidas por la agencia EFE.
Por su parte, el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, hizo hincapié durante el evento en las dudas que está generando el 'brexit' a tan sólo dos días de que expire la prórroga concedida por la UE para que el Reino Unido comunique a Bruselas cómo desea proceder.
"Las empresas que están acostumbradas a comerciar con terceros países están bien informadas, pero para las más pequeñas, para las que Londres era casi mercado interior, les resulta más difícil", reconoció Miranda, haciendo referencia al enorme impacto que está teniendo para las pymes españolas la situación de inestabilidad política en Reino Unido.
