Abengoa ha renovado el contrato de auditoría que varias de sus filiales mantienen con Deloitte para el ejercicio 2016. En las últimas semanas han firmado la renovación Abengoa Finance, Abengoa Hidrógeno, Europea de Construcciones Metálicas, Abengoa Solar, o sociedades vinculadas a plantas de la compañía en España, como Solnova y Helioenergy Electricidad. El grupo sevillano todavía no ha firmado la renovación de los servicios de auditoría con la consultora para la matriz, Abengoa S.A.
De acuerdo con fuentes cercanas a la compañía, Abengoa firmó con Deloitte hace cuatro años el contrato para auditar sus cuentas y las de sus filiales por tres ejercicios, renovables a partir de entonces por un año. Deloitte sustituyó a PricewaterhouseCoopers como auditor de la multinacional española en 2012; esta última consultora llevaba auditando a Abengoa al menos desde el año 1993.
Deloitte ha facturado por sus informes a la compañía energética 19,9 millones de euros en total
Deloitte ha facturado por sus informes a la compañía energética 19,9 millones de euros en total. En 2012 ingresó 6,1 millones; 5,9 millones por la auditoría de 2013; y 7,9 millones por la de 2014. Ni PwC ni Deloitte han apuntado nunca en sus informes anuales salvedad alguna sobre las cuentas de Abengoa.
La auditora de Abengoa no ha advertido en sus informes sobre la crítica situación financiera del grupo hasta el pasado mes de noviembre. Entonces, con motivo de la presentación de los resultados de la empresa hasta septiembre, publicados el 12 de noviembre, Deloitte indicó en su informe de revisión que los resultados negativos de las operaciones, la evolución negativa en Bolsa de las acciones de la compañía, así como los problemas para acceder a los mercados de deuda y para renovar algunas líneas de circulante eran "indicadores de la existencia de una incertidumbre que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento". Poco después, el 25 de noviembre, Abengoa comunicaba su intención de solicitar amparo concursal disponiendo de cuatro meses para negociar con sus acreedores un acuerdo que evite la declaración de concurso de acreedores.
La Caixa se pone dura
Abengoa afronta una semana decisiva para evitar su entrada en concurso de acreedores. La compañía debe alcanzar un acuerdo con sus principales acreedores, bancos y bonistas, sobre el pago de su deuda. La consultora KPMG dispondrá ya previsiblemente de datos actualizados del negocio del grupo, que los bancos acreedores valorarán para decidir si apoyan un convenio que evite la que sería la mayor quiebra empresarial sucedida en España.
La compañía encara estas negociaciones claves para su futuro próximo y para evitar la quiebra con todo en contra
La compañía encara estas negociaciones con todo en contra. El viernes el presidente del grupo, José Domínguez Abascal, comunicó a los trabajadores que no podía pagar en la fecha prevista las nóminas de febrero, al no haber logrado firmar un préstamo con los bonistas de 160 millones de euros. Además de Abengoa y las 30 filiales que han sido declaradas en preconcurso, en las últimas semanas también se han acogido a la ley de quiebras de los respectivos países empresas del grupo en Brasil y en Estados Unidos.
De acuerdo con fuentes cercanas a las entidades financieras, La Caixa se ha posicionado en contra de aceptar liberar garantías para que Abengoa logre firmar nuevos préstamos. El grupo negocia la concesión de apoyo financiero por unos 1.000 millones de euros para los ejercicios 2016 y 2017. Abengoa está "en la recta final para cerrar un preacuerdo para la reestructuración financiera de Abengoa. Confío en que seremos capaces de lograrlo en los próximos días", terminaba diciendo a los empleados Domínguez Abascal en su anuncio del viernes.