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Lluvia de demandas a ACS en EEUU por retrasos de tres años en las obras de un túnel en Seattle

El contrato adjudicado a un consorcio liderado por el grupo español para la construcción de un paso subterráneo en la ciudad estadounidense contemplaba la entrega de la obra para finales de 2015. Sin embargo, la tuneladora empleada para llevar a cabo el proyecto, la mayor del mundo, lleva dos años averiada. Las denuncias han llegado a los tribunales de parte del Estado de Washington, como contratista, y de las aseguradoras, a las que el consorcio reclama que se haga cargo de los gastos de reparación de la máquina.

  • La avería de la tuneladora Bertha ha terminado por llevar a los tribunales a ACS en EEUU

La crisis de Bertha, la mayor tuneladora del mundo, ha terminado por llevar a los tribunales a ACS en EEUU. El consorcio que lidera el grupo presidido por Florentino Pérez y adjudicatario de las obras de un paso subterráneo en Seattle, ha sido denunciado por el contratista, el Estado de Washington, debido a los retrasos que acumula la construcción, cuya finalización estaba contemplada para estos días pero que, en el mejor de los casos, no llegará hasta 2018. La principal causa ha sido la avería de Bertha, de la que ahora se cumplen dos años en los que las obras apenas han podido avanzar.

La demanda del Departamento de Transportes no ha sido la única contra el consorcio también las aseguradoras les han llevado a los tribunales

Pero la demanda del Departamento de Transportes del Estado de Washington no ha sido la única que ha sido presentada contra el consorcio de ACS. Las aseguradoras del proyecto también han llevado a los tribunales al grupo de empresas. El motivo es que las constructoras pretenden que las aseguradoras se hagan cargo tanto de la factura de la reparación de Bertha como de los costes derivados de la avería (entre otros, por las multas de la Administración por los retrasos que ha ido acumulando la obra).

En el caso del Estado de Washington, la denuncia presentada contra el consorcio de ACS ha sido un tanto peculiar, toda vez que, aunque está registrada ante los tribunales, no se hará efectiva hasta que no concluyan los trabajos. Las autoridades locales han tomado esta decisión con la base de que lo primordial es finalizar la obra cuanto antes, máxime debido el enorme incumplimiento del cronograma previsto, y que después llegará el momento de las reclamaciones.

El hecho de presentar una demanda en plena crisis del proyecto podría acarrear medidas por parte de los jueces que provocaran mayores retardos a la hora de entregar la obra.

Pleito de las aseguradoras

Mientras, el consorcio de ocho aseguradoras que se encargaba del proyecto también se ha visto afectado por la incidencia. ACS reclamó que fueran las aseguradoras las que costearan los cerca de 140 millones de euros que ha supuesto hasta ahora la avería de la tuneladora. Sin embargo, las aseguradoras se han negado a asumir esa responsabilidad al argumentar que los problemas de la tuneladora son de origen técnico.

Ante el enconamiento de la situación, las aseguradoras han presentado también una denuncia contra el consorcio de ACS, en este caso en Nueva York.

Con anterioridad, el grupo de constructoras encargado del proyecto había intentado que fuera el Estado de Washington el que se encargara de pagar los daños de Bertha. Sin embargo, la Administración local también se negó en redondo.

La tuneladora, clave para ganar el contrato

Precisamente, a finales de este año se cumplen dos años desde que la tuneladora, fabricada por la japonesa Hitachi Zosen, dejara de funcionar a los pocos meses de comenzar la obra. Tras sucesivas reparaciones, la mayoría de los intentos por volver a arrancar la máquina han sido en vano, y los pocos que han tenido éxito han culminado con la tuneladora detenida al poco tiempo.

Precisamente, el factor del empleo de Bertha fue fundamental para que el consorcio de ACS se adjudicara en su día el proyecto, consistente en la construcción de un túnel bajo la ciudad de Seattle para reemplazar un viaducto que permitía la comunicación norte-sur en el Estado de Washington y que resultó dañado por un terremoto en 2001.

Para la concesión del proyecto fue clave la existencia de la tuneladora Bertha, que se ha estropeado en diversas ocasiones y ha sido inútil

El tamaño de la tuneladora, con un diámetro superior a los 17 metros, y su gran potencia permitía que la perforación de los tres kilómetros de que consta el túnel se realizara en el tiempo récord de 14 meses.

Pero la realidad señala un escenario bien distinto. Bertha lleva detenida 24 meses, 10 más de los que iba a tardar en hacer el túnel. Para la última semana del año está previsto un nuevo intento de hacer que funcione. No obstante, será imposible recuperar el tiempo perdido. Y las consecuencias se verán en los tribunales.

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