Los esfuerzos financieros de ACS por tratar de estabilizar su cotización están cayendo en saco roto. Desde el pasado mes de septiembre, el grupo de construcción, servicios y concesiones ha invertido cerca de 200 millones de euros en la compra de acciones propias. Sin embargo, el comportamiento de la compañía en Bolsa durante este periodo ha sido errático toda vez que ha registrado un retroceso del 22%, superior a la caída del 15% marcada por el Ibex-35.
Con la última compra de acciones propias, ACS ha situado su autocartera en el 3,6%, la cifra más alta de los últimos tres años. A comienzos de 2013, la compañía poseía algo más de un 6% de títulos propios aunque procedió a la venta de la práctica totalidad de este paquete en un momento especialmente delicado para el grupo. Por entonces, ACS tenía el acceso a los mercados de deuda totalmente restringido debido a su elevado endeudamiento, por lo que tuvo que echar mano de la autocartera para lograr liquidez.
Con la última compra de acciones propias, ACS ha situado su autocartera en el 3,6%, la cifra más alta de los últimos tres años
Desde entonces, la compañía no había acumulado un porcentaje tan elevado de acciones propias. Pero tampoco había protagonizado un descenso tan pronunciado en el parqué. A partir de mediados de agosto, la trayectoria bursátil ha sido claramente descendente, una tendencia que ha llevado a la compañía a echar mano de uno de sus recursos más habituales: la compra de autocartera.
Sin embargo, ACS no ha logrado el efecto buscado. Y tampoco ha conseguido adquirir títulos en mínimos, toda vez que la mayoría de las operaciones de adquisición de acciones se han realizado por encima de la cota de 26 euros y algunas de ellas incluso por encima de 30 euros. La compañía cerró la sesión de este lunes en 22,39 euros.
Compensar la fuga de los March
El recurso de la autocartera llegó después de que la cotización de ACS se viera lastrada por la venta de paquetes de títulos por parte de Corporación Financiera Alba, la sociedad de cartera de la familia March y uno de los principales socios del grupo constructor, y algunos fondos, que deshacían posiciones cuando el precio en Bolsa superaba la cota de 31 euros.
Las últimas operaciones de compra de acciones propias se han producido ya en pleno descenso vertiginoso de la cotización, arrastrada por el comportamiento negativo general de los mercados desde que se inició el presente ejercicio.
No obstante, en el horizonte también aparece el plan de incentivos a directivos de ACS a través de opciones sobre acciones. A partir del próximo mes de mayo, los beneficiarios, cerca de medio centenar de altos ejecutivos, pueden hacerlo efectivo. Sin embargo, el precio las opciones se sitúa por encima de los 33 euros, muy alejado de la actual cotización.
Alerta crediticia
Una situación que ya se dio con el pasado plan de incentivos, que ningún ejecutivo pudo hacer efectivo debido a que la cotización no alcanzó nunca el precio de las stock options.
El descenso de la cotización de ACS también ha puesto en alerta a algunos de los principales socios del grupo, entre ellos al propio presidente, Florentino Pérez, toda vez que si la trayectoria de la compañía en Bolsa sigue siendo bajista podrían verse obligados a aportar nuevas garantías a los créditos que solicitaron en su día para adquirir las acciones de la empresa. En esta situación también se encuentran los financieros Alberto Alcocer y Alberto Cortina, los Albertos, así como el grupo turístico Iberostar.
La inversión de 200 millones de euros ha sido, por ahora, insuficiente para evitar estas circunstancias.
