La marcha de ACS del capital de Iberdrola, de la que llegó a controlar un 20%, se confirma prácticamente día a día. Después de colocar un 3,7% en el mercado a mediados de mayo y ceder a Société Générale un 8,25% en la operación de venta a futuro con la que cerró su refinanciación en julio, el grupo constructor ha seguido vendiendo acciones de la eléctrica en el mercado, cerca de un 1% adicional.
La compañía que preside Florentino Pérez da cuenta, en la presentación de resultados de los nueve primeros meses del año, de la venta de 262,9 millones de acciones “en los últimos meses” para justificar la afirmación de que su participación actualizada en Iberdrola, al cierre del tercer trimestre, es del 13,76%. Sin embargo, ACS se deshizo de algo más de 220 millones de títulos en la citada colocación del 3,7% del mes de mayo. La diferencia es la cantidad de acciones que ha ido colocando desde entonces en el mercado.
La rebaja de participación en Iberdrola también viene justificada por la dilución provocada por el reparto del dividendo flexible de la eléctrica, aunque este factor tan sólo afectaría por sí mismo al porcentaje de participación y no al número de acciones.
Fuentes bursátiles señalaron a Vozpópuli que se ha detectado en los últimos meses un claro movimiento de salida de acciones de Iberdrola, también influido por el hecho de que Société Générale colocó y prestó la mayor parte del paquete del 8,25% incluido en el contrato de venta a futuro. Los derechos políticos de estos títulos corresponden a la entidad financiera francesa.
En busca continua de liquidez, ACS habría ingresado en torno a 150 millones de euros por la venta de cerca del 1% de Iberdrola de los últimos meses, un pequeño respiro para una tesorería que continúa en tensión pese a las distintas refinanciaciones que se han sucedido en la primera mitad del ejercicio.