La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha puesto en marcha su plan para recuperar la gestión pública del agua, un modelo que la CUP quiere elevar al plano autonómico.
Tanto el agua en alta (servicio a toda Cataluña) como en baja (gestión municipal en Barcelona) han sido privatizadas en los pasados años por los anteriores gobiernos autonómico y municipal.
Tanto la adjudicación realizada por la Generalitat de Artur Mas de Aigües Ter Llobregat (ATLL) a un consorcio liderado por Acciona como la que hizo el consistorio barcelonés a una sociedad controlada por Aguas de Barcelona (Agbar) han estado envueltas en polémicos procesos judiciales.
Los dos procesos han acabado en los tribunales al ser recurridos por las empresas perdedoras (Agbar en el primer caso y Acciona, Aqualia y Aguas de Valencia en el segundo) y han estado salpicados de sospechas de amaños, falta de transparencia en las adjudicaciones, favoritismos y otras irregularidades.
La adjudicación de ATLL a Acciona está a la espera de una sentencia del Supremo y la del agua de Barcelona a Agbar ha sido anulada por el TSJC
La adjudicación de ATLL está a la espera de que el Tribunal Supremo se pronuncie finalmente y anule la adjudicación o la declare acorde a derecho.
Pero en el caso del ayuntamiento de la Ciudad Condal, ya hay sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), en la que se anula la adjudicación del servicio de aguas municipal a una empresa controlada en un 70% por Agbar, en un 15% por La Caixa y en otro 15% por la sociedad pública Área Metropolitana de Barcelona (AMB).
El Tribunal ha anulado la concesión por adjudicarse a dedo, sin concurso público.
Y Colau quiere aprovechar la buena nueva judicial, al menos para los intereses de Barcelona en Comú, y plantear “un modelo de gestión pública del agua, que es la propuesta que más beneficiaría a la ciudadanía”, en palabras de la vicepresidenta de la AMB, Janet Sanz.
El equipo de la formación ligada a Podemos, que controla AMB, ya ha dicho que no va a recurrir la sentencia, algo que sí hará Agbar.
Colau apuesta por un modelo de gestión pública del agua como los que operan en París y Berlín, ciudades que han rescatado el servicio del capital privado
Colau quiere aprovechar el revés judicial para proponer la creación de un operador metropolitano del agua que sea 100% público, al estilo de lo que han hecho ciudades como París o Berlín, donde el servicio de gestión de aguas ha sido rescatado del capital privado.
Algo parecido, aunque quizá más inviable, pretende la CUP, formación que permitió la investidura de Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat.
La formación anticapitalista ha presentado una moción en la que insta al Govern a rescindir el contrato de concesión de ATLL, lo que permitiría abrir el debate de la conveniencia o no de recuperar la gestión pública del agua en Cataluña.
No están las arcas públicas catalanas para devolver a los adjudicatarios el capital aportado e invertido, con la correspondiente indemnización o penalización por rescisión de contrato, pero desde las formaciones de izquierda de Cataluña se trabaja ya para promover la gestión pública de un bien esencial como es el agua.
