El gestor aeroportuario público AENA ha licitado hace unas semanas un contrato para la prestación de servicios de acompañamiento a los trabajadores que abandonen la compañía en el marco del ERE que ha llevado a cabo la compañía. En virtud de él, los empleados que se hayan desvinculado de la empresa contarán con asesoramiento en materia administrativa y fiscal. Un movimiento que ha llamado la atención habida cuenta la anunciada política de austeridad de la compañía.
El contrato, valorado en un máximo de 161.000 euros, comprenderá labores de asesoramiento administrativo y legal, elaboración de solicitudes y reclamaciones administrativas y también de orientación para la obtención de las mejores prestaciones públicas, según reza en el pliego de prescripciones técnicas de la licitación.
En AENA la licitación ha llamado la atención por tratarse de un nuevo caso de subcontratación de un servicio que podría prestar la propia compañía, como ha sucedido en los casos de algunos contratos que se han licitado en los últimos tiempos.
Y más tratándose de una época de recortes, encabezada precisamente por el propio expediente de regulación de empleo, que ya se ha llevado unos cuantos cientos de millones de euros, entre el coste del proceso en sí y su aseguramiento.
La polémica de un coche de alta gama
Los gestores de AENA están preparando la privatización de la compañía, un proceso que cuenta con la reducción de los costes y de su elevado endeudamiento como uno de sus pilares básicos. De ahí que este tipo de procesos para la subcontratación de servicios como el acompañamiento a los afectados por el ERE (que cuentan con sus correspondientes indemnizaciones, que ha llevado a los más críticos a considerarlo como un programa de prejubilaciones encubierto) no haya pasado desapercibido en el seno de la compañía.
Hace unos días, otra de estas licitaciones provocó indignación en determinados sectores. Se trata de la contratación bajo la modalidad de renting de un vehículo de alta gama para la dirección de la empresa. El contrato contemplaba la adquisición de un Audi Q3 de 170 caballos y con tapicería de cuero, entre otras características. El contrato está valorado en 58.200 euros por los cinco años que durará el renting.
Esta licitación ha provocado una pregunta parlamentaria a cargo del diputado de Convergencia i Unió Pere Macías, en la que se inquiere más información sobre el contrato y se interroga por qué no se suprime un gasto como éste teniendo en cuenta los numerosos recortes que ha llevado a cabo AENA, que incluso han afectado al servicio a los usuarios de los aeropuertos.