Altadis ha anunciado este martes que activará un plan de reestructuración en sus áreas de Finanzas y Ventas y Producción, que contempla el cese de la actividad de la fábrica de cigarrillos de La Rioja, la mayor de España, el próximo 30 de junio y propondrá a 180 de los 471 trabajadores afectados que se acojan a la prejubilación.
La pretensión de la empresa es que la fábrica de cigarrillos rubios y negros ubicada en el municipio riojano de Agoncillo, que cuenta con 471 trabajadores, cese su actividad el 30 de junio de este año y, además, se impulsará un programa de reindustrialización que permita recolocar trabajadores excedentes de la fábrica.
Altadis, en una nota, ha añadido que el plan de reestructuración afectará inicialmente a un total de 471 trabajadores de los 1.021 que integran su plantilla. Según ha apuntado en el comunicado, el plan, que ha sido anunciado hoy a los representantes de los trabajadores, "persigue evitar la pérdida de eficiencia y competitividad de la compañía ante la compleja situación que atraviesa el mercado del tabaco en España y en otros" países.
La dirección de la empresa ha propuesto a los representantes de los trabajadores la aplicación de la cláusula de garantía del expediente de regulación de empleo aprobada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales en marzo de 2009. Ello permitiría que, del total de trabajadores afectados por el necesario cese de actividad de la fábrica, 180 pudieran acogerse a la prejubilación.
Indemnizaciones
Asimismo, la compañía propondrá "la mejor solución posible a los 291 trabajadores fijos restantes, incluida la baja incentivada con una indemnización superior a la legalmente establecida para despidos por causas objetivas".
Ofrecerá a personal excedente de la fábrica la posibilidad de encontrar trabajo mediante un programa de recolocación externa y medidas sociales de acompañamiento en La Rioja. Según la empresa, en España se ha registrado una caída de ventas en volúmenes de cigarrillos de más del 45 % en los cinco últimos años.
Este descenso se debe, fundamentalmente, a la influencia de dos factores que se han agravado en ese período: la presión regulatoria sobre el tabaco y el considerable aumento del comercio ilícito. Este avance de la venta ilegal obedece en gran medida a la situación de crisis económica y se estima actualmente en el 10,6% de las ventas legales.