Empresas

Pastor reconoce en privado que los plazos de la liberalización ferroviaria se incumplirán

La ministra de Fomento apuntó la semana pasada en un foro en Málaga que la apertura de Renfe a la competencia se hará “en el segundo semestre”, cuando estaba prevista para el primero. La oposición cree que la liberalización se suspenderá ‘sine die’. 

  • Pastor conversa con el ministro de Economía de Angola, Abraao Pio Gourgel, la semana pasada.

Algo se palpaba en el ambiente, aunque nadie lo había hecho oficial en el Ministerio de Fomento. Así que fue la ministra del ramo, la astuta Ana Pastor, la que hizo público que el Gobierno no cumplirá el calendario previsto para la liberalización de Renfe Operadora. Ocurrió el pasado 23 de abril durante un foro empresarial en Málaga en la XIV Asamblea de Málaga Valley, el parque tecnológico ubicado en la localidad andaluza. “La liberalización ferroviaria es un reto al que se va a enfrentar la compañía en el segundo semestre del año”.

Tan cándida frase, acoplada de matute en un discurso que resaltaba la brillantez de las empresas españolas del sector, fue remachada por el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, presente también en el foro. Al principio el anuncio no provocó ninguna reacción, pero en los días posteriores ha causado un revuelo entre las compañías interesadas en el proceso liberalizador porque la apertura de Renfe al sector privado estaba prevista, como muy tarde, para el primer semestre de 2013, esto es, ahora mismo. La fecha límite era el próximo 31 de julio.

El retraso, sin fecha concreta, ha sentado como un tiro entre las empresas al acecho como Talgo, Acciona, Siemens, FCC, Alsa, Arriva, etcétera. Se trata del segundo obstáculo que recientemente emplaza Fomento a la liberalización: el primero se conoció el pasado 23 de febrero en Consejo de Ministros y, como el anuncio de Ana Pastor, también se metió de tapadillo en un Real Decreto-Ley que recogía básicamente medidas para fomentar el empleo joven. El Ministerio creó la figura del “título habilitante”, un permiso que precisará cualquier compañía interesada en competir con Renfe Operadora (que a su vez no necesitará sacar el título).

Francia y Alemania marcan el paso

Aparte de la indignación empresarial, todas las partes consultadas coinciden en la “falta de planificación” que arrastra el ministerio con todo lo relacionado a Renfe y su apertura. Comunicada el verano pasado, no parece que haya habido demasiados progresos en el transporte de viajeros por ferrocarril (sí los hay en el campo de los trenes turísticos, del transporte de mercancías o del alquiler de material). A empeorar las cosas en Fomento han ayudado Francia y Alemania: mientras Pastor fijaba el 31 de julio de 2013 como fecha tope para la liberalización, París y Berlín rechazaban abrir a la competencia sus mastodontes Société Nationale de Chemins de Fer y Deutsche Bahn antes de 2019.

Algunas fuentes de la oposición lamentan la instalación de títulos habilitantes para poder operar sobre los raíles. El diputado Pere Macias (CiU) contempla la posibilidad de que el Gobierno siga los pasos franco-germanos y rehúse a liberalizar en los próximos meses. Entretanto, hay movimientos en Renfe: la nueva política tarifaria no se ha saldado con el éxito esperado y los sindicatos ferroviarios están en guardia ante la posibilidad un ERE voluntario que ya se está preparando. Pero de momento los trenes seguirán como están. 

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