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¿Oportunidad para grupos españoles? La caída del crudo obliga a Arabia Saudí a vender sus aeropuertos

El Gobierno saudí comienza a tomar medidas para tratar de paliar el impacto que la fuerte caída de los precios del petróleo ha provocado en las cuentas del país. En los próximos meses se producirá la venta del primer aeropuerto mientras que los otros 26 se agruparán en una segunda sociedad que también se colocará en el mercado. El escenario podría una oportunidad para los grupos españoles que invierten en aeropuertos.

  • El Rey Salman, monarca de Arabia Saudí

Arabia Saudí comenzará el próximo año la venta de sus aeropuertos, una medida que persigue mitigar el efecto negativo de la caída de los precios del petróleo en una economía sumamente dependiente del oro negro. La medida, totalmente inusual en un país como el asiático, viene a ilustrar las dificultades que está atravesando debido al comportamiento del mercado de materias primas. De esta forma, los 27 aeropuertos situados en suelo saudí van a estar en el mercado, una oportunidad para los grandes grupos aeroportuarios mundiales, entre los que se encuentran algunos españoles.

La operación se llevará a cabo en dos fases. En la primera, que ya se ha puesto en marcha, se procederá a la venta del aeropuerto Rey Khaled, uno de los mayores del país y uno de los cuatro que tiene la condición de aeropuerto internacional. En un segundo paso se agruparán los restantes 26 en una sociedad de nueva creación, que será la que salga a la venta.

La caída del petróleo ha hecho que Arabia Saudí acumule un déficit público del 20% en términos de PIB, según los datos que maneja el FMI

Se da la circunstancia de que los aeropuertos forman parte de las infraestructuras que están más desarrolladas en Arabia Saudí, como prueba el hecho de que hayan sido los elegidos por parte del Gobierno local para tratar de hacer caja y paliar la situación financiera a la que le ha conducido el desplome del petróleo.

Durante los últimos años, Arabia Saudí ha invertido algo más de 10.000 millones de euros en modernizar algunos de sus aeropuertos y también en construir otros nuevos. Ahora, todo ese esfuerzo económico será aprovechado por terceros, los que se conviertan en nuevos dueños de las instalaciones aéreas en suelo saudí.

La caída del petróleo ha hecho que Arabia Saudí acumule un déficit público del 20% en términos de Producto Interior Bruto (PIB), según los datos que maneja el Fondo Monetario Internacional. En términos absolutos, el agujero para las finanzas públicas saudíes se aproxima a los 150.000 millones de dólares.

Posición geoestratégica

Cabe tener en cuenta que cerca del 90% de los ingresos públicos del estado provienen de la venta de petróleo, con lo que los descensos registrados hace unos meses y el hecho de que el mercado no termine de recuperarse supone una catástrofe para la economía local.

Los aeropuertos saudíes no son de gran tamaño pero sí están situados en una zona crucial para las rutas con destino al Oriente Medio y Lejano. Son, además, lugar de paso habitual de aerolíneas de países como Qatar y Emiratos Árabes, que han registrado crecimientos muy significativos en los últimos meses, amenazando incluso a los grandes grupos del sector en el mundo, como IAG (matriz de Iberia y Vueling) y Air France-KLM.

La venta de infraestructuras para tratar de reducir el impacto de la crisis ha sido una medida tomada por varios países del Viejo Continente que, incluso, han necesitado un rescate por parte de la Unión Europea, como han sido los casos de Grecia y Portugal. Incluso, España también ha procedido a la privatización de una parte de su red de aeropuertos públicos con el fin de obtener ingresos extraordinarios que contribuyeran a reducir el déficit.

Sin embargo, la medida es poco habitual en una economía como la saudí que, además, estaba invirtiendo enormes cantidades de dinero en desarrollar unas infraestructuras básicas de las que carecía la población.

Proyectos en peligro

En los últimos meses, la situación económica de Arabia Saudí ha generado dudas sobre el futuro de grandes proyectos de infraestructuras que están llevándose a cabo en el país, como el AVE La Meca-Medina o el metro de Riad.

En principio, el Gobierno mantendrá sin cambios estos proyectos pero ya ha frenado nuevas inversiones previstas para el futuro más inmediato. Al mismo tiempo, la medida de vender aeropuertos da idea de que, por ahora y por primera vez en mucho tiempo, el objetivo del Gobierno saudí no es invertir en infraestructuras sino tratar de ingresar dinero a través de ellas. 

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