El Gobierno mexicano que dirige Enrique Peña Nieto no sólo no reconoce el proceso de “desconexión” puesto en marcha por Junts pel Sí y la CUP, sino que además ha querido dejar constancia de ello de forma explícita.
La embajadora mexicana en España, Roberta Lajous, ha cogido la carta que le envió Carme Forcadell, presidenta del Parlament, comunicándole oficialmente el inicio del proceso de desconexión tras el 9 de noviembre, y se la ha devuelto a su remitente.
Según las fuentes al tanto del proceder de la embajadora, ésta leyó la carta envidada por Forcadell a la mayoría de las legaciones diplomáticas acreditadas en Madrid y optó por volver a cerrarla y enviarla de vuelta a la sede del Parlament en Barcelona.
La embajada mexicana no ha tomado en consideración ni la carta de Forcadell ni las que, en inglés, le ha enviado Artur Mas, acompañadas de un memorándum pro-independencia
El Gobierno mexicano ha hecho oídos sordos tanto a la misiva de Forcadell como a las que ha enviado Artur Mas en los últimos meses. La última de ellas, en inglés, llegó a la embajada mexicana el jueves 17 de septiembre, justo diez días antes de la celebración de las elecciones del 27-S.
Iba acompañada de un memorándum explicativo sobre el proceso de secesión y en ella se pedía el apoyo de esta legación y su Gobierno a la iniciativa de ruptura con España puesta en marcha por Junts pel Sí.
Tanto la carta como el memorando son muy duros con el Gobierno de Rajoy y denuncian una supuesta situación en la que, en Cataluña, está amenazada hasta la propia lengua.
“El Gobierno y el pueblo catalán confían en que la comunidad internacional tomará en consideración que si el pueblo catalán, en elecciones transparentes, decide una mayoría a favor de la independencia, entonces España tendría la responsabilidad de negociar políticamente para la transición a la independencia y asegurar una colaboración dentro de la UE”, afirma el memorándum.
Las fuentes consultadas señalan que la embajada mexicana decidió guardar en un cajón tanto la carta como el memorándum enviado por Artur Mas.