El híbrido estrella de Toyota, el Prius, ha sido durante muchos años el rey en el gremio del taxi; pero ahora gran parte de este poderoso colectivo está dándole la espalda a la marca japonesa y busca alternativas más baratas, incluso fuera del mercado de los híbridos. Parte de este giro del gremio, explican fuentes del sector, se debe a la falta de confianza por un asunto relacionado con las garantías y la transformación del vehículo con autogás.
El Prius cumplía con todas las ventajas de la principal herramienta de trabajo para un taxista: ahorro en el combustible, ventajas fiscales, rentabilidad, fiable, automático... La mayoría de los taxistas, para sacarle más provecho al coche, ha transformado el vehículo para utilizarlo con gas natural GLP, autogás (cuesta unos 1.500 euros): en ciudad utilizan el modo eléctrico; y en carretera, tiran del gas, por ser un 40% más barato que la gasolina. Aunque los taxistas sabían que perdían la garantía de Toyota con esta transformación (fuera de la responsabilidad de la marca en España), "el fabricante hacía la vista gorda", según fuentes del sector.
Así, con todos estos ingredientes, Toyota Prius se convirtió en el rey del taxi. Las ventas del primer coche híbrido fabricado de forma masiva crecía cada año gracias a la gran confianza que el sector del taxi otorgó en el vehículo... En total, se han vendido 20.000 unidades en España. Sin duda, es un caso de éxito de ventas sin precedentes en la compañía, tratándose de un vehículo híbrido (más caro que un convencional) y en un mercado dominado por los coches de explosión. El Prius se hizo un hueco mundial en el nicho del taxi, con tres millones de unidades vendidas desde 1997.
Pero, volviendo a España, los vientos dejaron de soplar a su favor desde hace sólo unos meses. A finales de 2013, un taxi híbrido Prius de autogás en Barcelona explotó. El techo salió volando 40 metros y cayó en una terraza de un bar; la onda expansiva provocó algunos daños materiales en los alrededores, roturas de cristales en un autobús y portales de la zona... Toyota España consideró "técnicamente imposible" que un Prius de serie y sin modificaciones explotara sin más; tras una investigación, concluyó que la razón había sido la instalación de GLP, realizada por un tercero.
Pero esto no se quedó ahí. En el mes de diciembre de 2013 Toyota envió cartas a sus clientes advirtiendo de que cualquier modificación realizada en el Toyota Prius por la transformación en autogás anulaba la garantía. Esta carta es la que ha desatado en los taxistas una corriente de incertidumbre y un rechazo hacia la marca.
"Advertíamos a los clientes que Toyota no aprueba esta transformación. Recordábamos que no vamos a asumir las incidencias ocasionadas por la instalación de componentes que no aprobamos. Siempre hemos negado la garantía en este supuesto. Nunca hicimos la vista gorda. Tampoco hemos notado que haya caído la cuota", según explican fuentes oficiales de Toyota.
"Por un Toyota, tres Dacias"
Sin entrar en quién tiene razón ni en juzgar quién es el responsable de la explosión del Taxi, lo cierto es que en el mundo del taxi ya se está empezando a acuñar esta frase: "Por un Toyota te compras tres Dacias". Los taxistas están pensando en alternativas más baratas. Los 'Dacias', los vehículos de la marca low cost de Renault, admiten la transformación al autogás y ya están siendo una opción para taxistas en algunos municipios, donde se empieza a homologar el Dacia Lodgy como taxi, por ejemplo. Otra opción es la berlina C-Elysée, de Citröen, que se produce en Vigo, y que acaba de ser homologada como taxi en Barcelona...
Uno u otro, lo cierto es que las cifras muestran que los años dorados del Toyota Prius pertenecen al pasado. En 2012, se vendieron en España casi 4.000 unidades, prácticamente las mismas que en 2011. En 2013, sus ventas se desplomaron un 40% (hasta 2.378), sobre todo, dicen fuentes oficiales, por el lanzamiento de un nuevo híbrido en Toyota, el Auris; y en lo que va de año, sus ventas acumulan recortes del 50%. De enero a abril, Toyota sólo vendió 469 coches Prius.