La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y su equipo de Gobierno han sentido un repentino interés por reformar la Plaza de España, una de las zonas más emblemáticas de la capital pero que ha sufrido un considerable deterioro en los últimos años. La clave ha sido la llegada del multimillonario chino Wang Jianlin, que adquirió poco antes del verano el Edificio España por unos 265 millones de euros, y que ahora busca la colaboración del Consistorio para ponerle la guinda al pastel: un aparcamiento subterráneo para dar servicio a los futuros inquilinos de los apartamentos de lujo que piensa levantar en el inmueble.
Esta es la principal explicación de que el Ayuntamiento de Madrid haya iniciado con urgencia un plan para la reforma de la Plaza de España que, además, pretende que financien los propietarios de los inmuebles que están a su alrededor.
Entre ellos, se encuentran Metrovacesa, propietaria de la Torre de Madrid (que también alberga pisos de lujo); los fondos que adquirieron los antiguos edificios de Telefónica en la Cuesta de San Vicente (en cuyo solar se está levantando un hotel) y Mutua Madrileña, dueña del palacio que fue sede de la Compañía Asturiana de Minas.
Por el momento, Wang ya ha obtenido el visto bueno de las autoridades municipales madrileñas para rebajar la protección del Edificio España, que compró a Banco Santander, para poder reformarlo a medida y poder desarrollar su proyecto, respetando la fachada. Sin embargo, para su idea de un complejo de apartamentos de alto standing Wang se ha encontrado con un problema que ya echó atrás en el pasado a numerosos interesados en el inmueble: la ausencia de un aparcamiento subterráneo.
Por el momento, sólo fase de estudio
En realidad, existe un parking público debajo de la plaza, aunque no se ajusta a las necesidades de Wang toda vez que está concesionado a la compañía Empark hasta 2016 y, además, no cuenta con las dimensiones apropiadas. El empresario chino no concibe que el propietario de piso cuyo precio podría dispararse hasta el millón de euros no cuente con una plaza de aparcamiento y más en pleno centro de Madrid.
El empresario, una de las grandes fortunas del gigante asiático, ha trasladado al Ayuntamiento que ha llegado a Madrid para quedarse, hasta el punto de que también planea comprar un porcentaje del capital del Club Atlético de Madrid y forma parte del grupo de empresarios chinos que estudian levantar un gran complejo de ocio en las afueras de la capital.
Además, está dispuesto a patrocinar una parte de la inversión necesaria para remozar la Plaza de España, aunque no quiere ser el único, ya que el resto de propietarios también saldrían beneficiados al ver cómo se revalorizan sus respectivos activos.
Por el momento, todos estos propietarios se han comprometido con el Consistorio a estudiar el proyecto pero nada más. De hecho, algunos se encuentran incluso algo sorprendidos por el hecho de que el Ayuntamiento parece ir más allá cuando todavía no se ha planteado ninguna cuestión económica concreta.
La incertidumbre electoral
Además, este escenario cuenta con un elemento de incertidumbre notable. En la próxima primavera se celebrarán las elecciones autonómicas y municipales y, en lo que se refiere a Madrid, el único elemento seguro es que Botella no se presentará como candidata por el PP, tras el anuncio que ella misma hizo.
La concejal de Urbanismo, Paz González, aseguró la pasada semana que Wang está dispuesto a invertir en el proyecto hasta 30 millones de euros. Su participación está fuera de toda duda, en tanto en cuanto es el principal interesado.
Sin embargo, al menos por ahora, el resto tan sólo se ha comprometido a estudiarlo y la fase de estudio coincidirá con las elecciones. Posteriormente será cuestión de comprobar si el nuevo propietario del bastón de mando de la capital quiere seguir adelante con el proyecto.