Banco Sabadell sigue de cerca y monitorizando el proceso de ampliación de capital de Banco Popular. La entidad catalana, que ya mantuvo conversaciones para estudiar una posible fusión antes de que se decidiera la recapitalización del banco presidido por Ángel Ron, está a la espera de conocer el resultado de la misma, para poder retomar a posteriori nuevos contactos en este sentido. Según fuentes próximas a Sabadell a las que ha tenido acceso Vozpópuli, los encuentros de hace unos meses no se cortaron del todo, y ambas entidades siguen con contactos al más alto nivel.
Estas mismas fuentes afirman que el banco presidido por Josep Oliu ahora sigue de cerca el proceso de apelación a los mercados por parte de Popular "con la previsión de que resulte un éxito, y si sale bien se volverá a negociar", aseguran. Más allá de conocer el grado de éxito de la ampliación en el tramo minorista, todo apunta a que la misma será un éxito. Este mismo viernes, tras la confirmación de la familia Del Valle, la entidad bancaria se ha garantizado la implicación del llamado núcleo duro del banco, formado por Allianz, Credit Mutuel y los inversores mexicanos, entre otros, y que aportarán en el entorno de 600 millones de euros para no diluir su participación.
El Gobierno habría dado su visto bueno a las negociaciones, pese a su situación de interinidad
El Gobierno, pese a su situación de interinidad y la incertidumbre política imperante hasta la formación de un nuevo ejecutivo, habría respaldado dicha operación, según estas mismas fuentes. Así, verían con buenos ojos que Sabadell, una de las entidades más sólidas del sector bancario español, ejerciera "de parapeto y como plan B" para Banco Popular incluso en el hipotético caso de que la ampliación saliera mal. Y es que existen dudas en los mercados acerca de si con el capital captado en los mercados será suficiente para abordar el saneamiento completo del banco.
Interés histórico de Sabadell
En la primera mitad del año, los dos presidentes ejecutivos de ambos bancos mantuvieron contactos y conversaciones a instancia de unos de los accionistas principales de Popular para estudiar una posible integración de ambas entidades, a la vista de la débil situación de capital del segundo, su necesidad de saneamientos en sus carteras de inversiones inmobiliarias, y ante la insistencia de los supervisores (en especial el BCE) para llevar a cabo fusiones en los sistemas bancarios español e italiano.
Una operación de integración es en opinión de Oliu idónea, tanto por tamaño como por complementariedad de ambos bancos
En aquellos encuentros (uno de ellos celebrado en la sede del antiguo Banco Herrero, en Oviedo) en Sabadell se miraron a fondo los números, pero se estimó que el saneamiento era demasiado grande para que lo asumiera la entidad catalana por si sola, toda vez que los equipos de restructuring que evaluaron las necesidades de capital hablaban de entre 5.000 y 6.000 millones de euros para cubrir todo su ladrillo, según han señalado a este diario fuentes próximas a Sabadell. El propio Popular estima su saneamiento en unos 4.700 millones de euros.
Estos contactos respondían no solo al interés de la familia Del Valle por buscar una alternativa que evitara la ampliación, sino al atractivo histórico que una fusión entre Popular y Sabadell ha tenido para Josep Oliu. Siempre ha sido su oscuro objeto de deseo, explican fuentes cercanas al banco. El motivo es que una operación de integración es en su opinión idónea, tanto por tamaño como por complementariedad. Un banco y otro son fuertes en segmentos y zonas geográficas distintas, por lo que la entidad resultante lograría una cuota próxima a los campeones nacionales en todo el territorio. Tiene todos los elementos racionales para hacerse, y lo que es mejor para Sabadell, con éste al mando, tal y como reconocen estas fuentes.
Y es que aunque una hipotética fusión se vendería como entre iguales, desde la entidad catalana son conscientes de que ahora juegan con muchas mejores cartas que hace unos años a la hora de liderar una operación como ésta. "ÑSe han de crear muchos ahorros de costes, y sinergias, pero muchas, y una fusión lo remataría.