Borja Murube, delegado de Cajamadrid en Miami e inquilino de una polémica mansión en dicha ciudad, adquirida en los tiempos de Miguel Blesa, ha dejado Bankia. En los últimos tiempos era managing director de banca de inversión en la entidad, dentro del segmento de compañías de tamaño mediano.
El ejecutivo ha abandonado el grupo hace pocos días, como confirman en la propia Bankia y según ha podido saber Vozpópuli, el caserón está a punto de ser vendido, aunque sobre este aspecto no hacen comentarios. Pero, de acuerdo a fuentes bien informadas, el inmueble podría colocarse por unos 7 millones de dólares. Su precio ascendió a 10,5 millones de dólares (algo más de 8 millones de euros).
El asunto generó mucho escándalo hace algo más de cuatro años, cuando se supo que Cajamadrid tenía esa vivienda de lujo extremo en propiedad, en Cayo Vizcaíno, sin ningún tipo de explotación comercial.
La casa estaba para dar soporte a los ejecutivos de City National Bank, entidad comprada por la propia Cajamadrid y que está a la venta desde hace tiempo. Ahora, la operación que está a punto de cerrarse es la colocación del lujoso inmueble. Si fuera así, Bankia se habría quitado un problema de encima, aunque materializara la minusvalía. El mercado inmobiliario en Miami ha caído por encima del 50% en los últimos tiempos y, pese a la enorme publicidad que tienen en los medios, las casas de lujo extremo no tienen una salida sencilla.
Salida para el bonus
Sin duda, Murube será otro de los directivos afectados por la cancelación del cobro de bonus con cargo a 2011. Según ha podido saber Vozpópuli, la medida ha sentado mal entre numerosos directivos, que se han planteado inicialmente no devolverlo. Sin embargo, Bankia está siendo tajante en este sentido. A los que muestren voluntad de devolución pero no tengan capacidad (es decir, que se han gastado ya el pago variable), se les facilitará un crédito en las mejores condiciones posibles. A los que se nieguen, se les ofrecerán créditos a precios de mercado, como primera medida. Esto es lo que han comentado fuentes cercanas a estos directivos, aunque los portavoces de la entidad no hacen declaraciones a este respecto.
Evidentemente, no hay argumentos legales para la retrocesión de un cobro aprobado y ejecutado, pero será complicado que algún ejecutivo se empeñe en defender su posición, a pesar de que el hecho de que la noticia se haya hecho pública puede ser lo que más moleste a los ejecutivos.