Los bancos españoles que integran el conocido como Proyecto Phoenix ultiman la venta de su participación, de más del 80%, en Bodegas Chivite, propietaria de marcas de vino como Viña Salceda o Gran Feudo. “La banca dará entrada a un nuevo socio industrial en la compañía”, informan fuentes conocedoras del acuerdo, que precisan que este “todavía no está cerrado”.
La llegada de un nuevo propietario a la conocida bodega navarra es la culminación de un proceso de reestructuración iniciado hace más de dos años y el primero que el Proyecto Phoenix cierra con éxito.
Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, y Popular formalizaron en abril de 2015 el Proyecto Phoenix, un vehículo impulsado por el Ministro de Economía Luis de Guindos a mediados de 2014 para facilitar la reestructuración de compañías españolas con ingresos recurrentes pero que arrastraban una deuda insostenible. El banco de inversión presidido por Santiago Eguidazu, Alantra, y la consultora McKinsey están al frente de la coordinación del proyecto. Además de en Chivite, a través de Phoenix la banca está presente en el grupo de maquinaria GAM y en el fabricante de tubos soldados Condesa.
En 2015 Chivite vendió Arínzano al multimillonario ruso Yuri Scheffler
A finales de 2014 Bodegas Chivite y la banca acreedora en Phoenix alcanzaron un acuerdo de refinanciación por el que las entidades financieras aceptaron una quita del 50% de parte de la deuda capitalizando el resto. De esta forma, los bancos se hicieron con el 90% del capital de la empresa, cuya deuda ascendía a 45 millones de euros, evitando el concurso de acreedores.
La familia Chivite está considerada un referente en el sector vitivinícola navarro desde mediados del siglo XVII, pionera en la exportación del vino. El endeudamiento y desavenencias familiares pusieron al límite la viabilidad de la compañía en 2011. Julián Chivite López, el mayor de la saga, abandonó temporalmente la gestión del grupo, pero con la reestructuración financiera acordada volvió a hacerse cargo de la dirección.
Con la entrada de la banca en el capital de Chivite, el grupo puso en marcha un plan estratégico que contemplaba desinversiones y mantenía la apuesta por el mercado exterior. En 2015 la compañía vendió Vinos de Pago de Arínzano –una de las cuatro sociedades que conformaban el grupo bodeguero- por cerca de 15 millones de euros al grupo SPI, según publicó Diario de Navarra. SPI, domiciliado en Luxemburgo, pertenece al multimillonario ruso Yuri Scheffler, que se hizo con la marca de vodka más famosa de su país, Stolichnaya, en los años noventa del pasado siglo, operación por la que mantiene un largo litigio con el Estado ruso. Arínzano era uno de los proyectos emblemáticos de la familia Chivite desde finales de los años ochenta del pasado siglo; las bodegas fueron diseñadas por el arquitecto Rafael Moneo.
“Los bancos no recuperan la totalidad de su inversión ni de lejos”, indicaron las fuentes financieras consultadas. “Pero la experiencia ha sido muy positiva, teniendo en cuenta que la otra opción era el concurso y posiblemente liquidación de una compañía con grandes posibilidades”, añadieron.