Carrefour ha puesto la panga en el punto de mira tras comunicar esta semana a través de sus filiales de Bélgica y Francia que dejará de comercializar el producto, tanto en marca blanca como en otras, en fresco y en congelado. "La calidad de la panga que hemos vendido es impecable, pero el impacto de las granjas de peces en el medio ambiente no puede controlarse, especialmente la contaminación del agua causada por la cantidad de excrementos y los residuos de alimentos", ha dicho la filial belga en un comunicado mientras aseguraba que "hemos tratado de desarrollar una acuicultura responsable pero el resultado no ha sido satisfactorio".
La empresa ha rechazado, a preguntas de este diario, confirmar si hará lo mismo en España, si bien lo contrario tendría poco sentido, dado que las condiciones en las que este pescado crece y se alimenta son las mismas en el producto que se vende en Francia y Bélgica o en el que se vende aquí. España es uno de los países que con más pasión acogió durante los últimos años a la panga, llamado por algunos 'el pescado de la crisis', y consumió 50.000 toneladas de este producto en 2015 según datos de FAO.
El movimiento contra la panga parece estar cogiendo fuerza. Hace escasos días la empresa sevillana de cátering Luis Sosa Rodríguez anunció que dejará de servir panga en seis colegios públicos de la ciudad de Cádiz "debido a las quejas de los padres de usuarios de servicio de comedor". La Agencia Española de Seguridad Alimentaria, perteneciente a Sanidad, tranquilizó en 2013: "No se identifican problemas de seguridad alimentaria para los consumidores, incluidos grupos vulnerables de la población como los niños." Sí que se detectaron en sus análisis mercurio y trifluralina, ambos en cantidades permitidas y cuya presencia viene motivada por la contaminación de las aguas donde se cría este pescado.
La web es abundante en videos donde puede verse como es el tratamiento de la panga en Vietnam como este reciente reportaje en Cuatro. La producción se hace en casas-piscifastoría sobre el río Mekong, muy sobreexplotado, y con aspecto parecido a este.
Se trata de una industria floreciente con cientos de pequeñas empresas que nació para satisfacer las necesidades del mercado interno. Pero han acabado 'colonizando' también los mercados europeos. En España, por ejemplo, se venden 50.000 toneladas de panga al año.
Según Greenpeace, que ya lleva años denunciando este producto, los problemas medioambientales asociados a la producción masiva de panga, que no ha hecho más que crecer en los últimos años, son "el cambio en el uso del suelo, con más estanques donde antes había tierra firme; la deforestación al destruir zonas de manglares para crear estanques; la contaminación por la producción en jaulas y estanques, debido al uso de químicos y medicamentos que son arrojados al río; y la elaboración de piensos, empleando para su alimentación con harina de pescado incluso pescados en mal estado".
"No tiene las mismas propiedades nutricionales"
Javier Garat, secretario general de la patronal Cepesca, asegura que "nosotros lo hemos llamado siempre 'el bicho', precisamente porque sabemos que las condiciones de condición no son las idóneas". Aunque reconoce que "nunca se puede generalizar y seguro que hay alguna producción que lo hace mejor que otras, por lo que conocemos y hemos leído, visto en videos y demás, la mayoría de las explotaciones dejan mucho que desear. Al final sale un producto que no huele, no sabe, no tiene espinas, el color puede ser uno u otro dependiendo del mercado al que vaya dirigido, lo han sabido comercializar muy bien pero tampoco tiene propiedades nutricionales si lo comparamos con otros pescados. Pero los datos de importaciones de panga que nos pasó el Ministerio de Economía nos dejó sorpendidos".
El problema con la panga, insiste el empresario gaditano, no es tanto que amenace la seguridad alimentaria sino "que el consumidor cree que está consumiendo un pescado normal y corriente y con sus propiedades nutricionales. Pero la realidad es que tiene lo mínimo de las cosas buenas que aporta el pescado".
¿Se trata de una campaña orquestada contra este pescado o está justamente motivada? Es difícil saberlo. Por el momento, la panga es perfectamente legal y suele ser más barata que el resto de pescados, por lo que convence a muchos consumidores.