Cementos Molins regresa a Cataluña, lo que la convierte en la primera gran empresa catalana en devolver su sede social a esta comunidad tras la celebración del referéndum ilegal del 1-O. La organización, que hoy en día se conoce tan solo como Molins, toma esta decisión coincidiendo con el cambio de consejero delegado —en marzo pasado Marcos Cela sustituyó a Julio Rodríguez, que llevaba nueve años en el cargo—. Y con ello pone fin a una larga querella en la familia Molins, dividida entre la rama partidaria de quedarse en Madrid y la proclive a regresar. Se da la circunstancia, además, que la firma cotizada se inscribirá de nuevo en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), el pueblo donde vive el expresidente de ERC, Oriol Junqueras.
En el momento de su marcha, una parte de la familia, los Molins Amat, llevó a los tribunales la decisión porque la cúpula de la organización sigue trabajando en Cataluña, Pero la justicia rechazó impugnar el cambio de sede social porque los consejos de administración y las juntas de accionistas se celebraban en su sede social: Madrid. Y dio la razón a las ramas de la familia opuestas al regreso: los Molins Gil y los Molins López-Rodo. Conviene resaltar que el ya fallecido Joaquim Molins Amat, perteneciente a los primeros, fue 'conseller' con Pujol en dos gobiernos de CiU y diputado en el Congreso.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha celebrado el retorno de Molins a Cataluña atribuyéndolo al "buen gobierno, estabilidad política y seguridad jurídica" que, defiende, caracteriza a su gestión. Por su parte, el 'president' de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha recordado que vaticinó el regreso de las empresas —en torno a 5.000— y que éste se "está cumpliendo". En todo caso, las empresas de mayor relevencia que se marcharon tras el 1-O como Caixabank, Banco Sabadell, Naturgy o Planeta no han manifestado su intención de regresar a la comunidad catalana.