Cristina Cifuentes considera que Telemadrid no fue justa con ella después de que aflorara el escándalo de su máster en Derecho Autonómico, de ahí que se alejara de esta cadena de televisión y su entorno trasladara su total disgusto a sus responsables. El divorcio durante estas últimas semanas entre la política y este canal ha sido absoluto, y ha estado motivado en que desde la Puerta del Sol –sede de la Presidencia- consideraban que este medio de comunicación no había ayudado a interceptar las críticas ‘injustificadas’ de sus enemigos en la política y en la prensa.
Fuentes cercanas a la televisión pública han relatado a este periódico que el clima en Telemadrid es de “incertidumbre” tras la dimisión de Cifuentes. El proyecto que tejió un PP en minoría con Ciudadanos para alejar este medio de comunicación del control de los políticos -en teoría- peligraría con el posible ascenso de los rivales de la todavía líder del PP madrileño, que en algún caso se han ocupado de manifestar su descontento por la cercanía de este canal a Podemos y Ciudadanos. De hecho, después de que aflorara el escándalo del máster de la Universidad Rey Juan Carlos, desde el entorno de la presidenta existió el mismo convencimiento, según explicó El Español.
Cifuentes habló este miércoles en su última comparecencia como presidenta autonómica de una “campaña de acoso y derribo mediático” y de un “linchamiento por tierra, mar y aire” que ha culminado con la publicación de un vídeo en el que se le ve -en 2011- sustrayendo supuestamente dos cremas anti-edad en un supermercado. Dentro del PP regional son conscientes de que la Telemadrid de Esperanza Aguirre e Ignacio González hubiera defendido a los mandatarios ‘a capa y espada’ en un caso similar. En este sentido, lamentan que este guión no se haya reproducido en el caso de Cifuentes, que aceptó despolitizarla y no se ha sentido respaldada en su momento más débil.
La breve historia de la 'nueva Telemadrid'
Cabe destacar que tras la investidura de Cristina Cifuentes, en 2015, los partidos pactaron una reforma de la ley de la radio-televisión pública autonómica que implicaba, entre otras cosas, la convocatoria de un concurso público para elegir a su presidente. El vencedor del proceso fue José Pablo López, exdirector general de 13TV, quien apostó por alejar Telemadrid de la Puerta de Sol, “con el peaje que se suele pagar con ese tipo de decisiones”, explican fuentes parlamentarias.
En la redacción, encontró una situación muy compleja, con los sindicatos de izquierda exigiendo la readmisión de los 861 trabajadores despedidos en el Expediente de Regulación de Empleo de 2013; y con los empleados afines al anterior equipo directivo –ellos lo niegan- organizados en el Sindicato Independiente, a quien en el Comité de Empresa se acusa de mantener una actitud hostil con la actual dirección.
El Consejo de Administración también ha sido un polvorín. Los partidos dejaron la designación de 5 de sus 9 vocales en manos de las asociaciones profesionales y eligieron a los otros 4 miembros, teóricamente teniendo en cuenta su experiencia en la gestión de medios de comunicación y su perfil independiente. En la práctica, una buena parte de ellos ha estado alineada con los intereses de las fuerzas de la Asamblea de Madrid, lo que ha dificultado la toma de decisiones y ha provocado que la tensión presidiera algunas de sus reuniones.
La renovación del canal se ha producido pese a todos estos problemas, como se puede apreciar al observar su parrilla de programación. Sin embargo, cualquier cambio se ha enfrentado a la “farragosa burocracia” que se creó con la nueva ley; y a la discordia de su Consejo de Administración, donde también existen opiniones que consideran que la línea editorial de Telemadrid es equivocada, al ser demasiado crítica con el PP.
Tribunal Constitucional
Cinco de sus vocales serán sustituidos próximamente por mandato del Tribunal Constitucional, que consideró irregular la exclusión de UGT del proceso de renovación de este órgano, hace dos años. Por otra parte, en las semanas venideras se espera la entrada de Elsa González, expresidenta de la Federación de Asociaciones de Prensa de España (FAPE), que sustituirá a la dimitida Mari Pau Domínguez. En sus puestos, se mantendrán Carmen Caffarel, Mae Lozano y José Oneto, propuestos en su día por PSOE, Podemos y PP, respectivamente.
Ahora bien, en la casa existe incertidumbre sobre el futuro de Telemadrid tras la dimisión de Cifuentes y sus miembros son conscientes de que el PP presionará para que los informativos del canal vuelvan a defender los intereses del partido. Esperan que lo haga, además, con la misma filosofía con la que Génova impulsó la sustitución de Leopoldo González-Echenique por José Antonio Sánchez en RTVE, en 2014. Dicho esto, las elecciones autonómicas están a un año vista y las encuestas vaticinan el ascenso de Ciudadanos, lo que podría entorpecer cualquier tipo de plan del núcleo duro de los populares para controlar esta televisión.