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Una nueva tecnología convierte las oficinas de Correos en una 'notaría' en la que firmar contratos

Correos incorpora reconocimiento análisis de rasgos físicos y biológicos para certificar la identidad del firmante.

  • Oficina de Correos

Correos ha incorporado un sistema, basado en tecnología biométrica, capaz de certificar la firma de un usuario, con lo cual el contrato podrá ser formalizado en las oficinas de Correos.

De esta forma quienes contraten servicios con un banco, un operador de telefonía móvil o una aseguradora, a través del teléfono, no tendrán que esperar a que el contrato les llegue por correo ordinario, físicamente.

Hasta ahora los PDAs de los empleados de Correos permiten la firma como certificado de la entrega o envío de un paquete, ahora en sus oficinas se ratificarán relaciones contractuales.

La biometría ya es utilizada por alguno dispositivos tecnológicos como teléfonos móviles, que ofrecen como alternativa al patrón gestual o al clásico PIN el reconocimiento facial para desbloquear el equipo

La diferencia de esta nueva tecnología es que va más allá del análisis del trazo. El sistema evalúa también otros parámetros, como son la velocidad en la realización del trazado y la intensidad aplicada a la firma. Estos parámetros son los que hacen que una firma sea prácticamente infalsificable.

"Es un sistema que funciona desde hace solo unos días y que ya están utilizando con nosotros algunos operadores de telecomunicaciones, bancos y aseguradoras", aseguran fuentes de Correos a Vozpópuli.

El contrato para el desarrollo de esta tecnología se adjudicó a la empresa Vass Consultoría de Sistemas por un valor de medio millón de euros.

La tecnología biométrica

La palabra biometría viene del griego, bios, y metron, medida. De ambas palabras se puede deducir en qué consiste esta nueva tecnología. Los rasgos de cada persona son únicos, y esa es precisamente la mejor contraseña para salvaguardar prácticamente cualquier cosa.

La biometría analiza tanto rasgos físicos como conductas. El iris de una persona, su huella digiral, las venas que forman sus brazos o la geometría del rostro son características únicas en cada individuo. De igual forma que lo son la forma en que coge el pomo de una puerta, se rasca la nuca o mastica chicle.

Una persona puede ser, en sí misma, la llave que le permita entrar en su casa. Un sistema analizará el iris de sus ojos, únicos en cada individuo, y abrirá la puerta si hay un 100% de coincidencia con los datos que tenga almacenados.

La tecnología biométrica analiza todos esos patrones para realizar determinadas acciones. La que nos ocupa es la firma digital, pero se puede trasladar a otros entornos. Una persona puede ser, en sí misma, la llave que le permita entrar en su casa. Bastará con que mire a un punto de la puerta, que analizará sus ojos, su retina e iris, y se abrirá si los elementos del globo ocular coinciden con la información que el sistema de acceso tiene integrado -el sistema, previamente, habrá escaneado los ojos de esa persona-.

No es ciencia ficción, la biometría ya es utilizada por algunos dispositivos tecnológicos, como los teléfonos móviles. Algunos modelos ofrecen como alternativa al patrón gestual o al clásico PIN el desbloqueo del teléfono mediante reconocimiento facial.

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