Del Valle, JPMorgan y Banco Popular son tres nombres que se repiten continuamente en la historia de la caída del banco español, aunque casi siempre por separado. Correos internos de la entidad a los que ha tenido acceso Vozpópuli unen los tres nombres.
Estos reflejan como Del Valle y su grupo de inversores mexicanos trabajaban con JPMorgan para construir una posición accionarial en mayo-junio de 2016, cuando se produjo la ampliación de capital de 2.500 millones.
"Los accionistas mexicanos nos solicitan una carta firmada por la asesoría jurídica del banco en la que indique que D. Antonio del Valle Ruiz [entonces consejero] no tiene limitación alguna para comprar o vender títulos, indican a petición de JPMorgan", expone un correo cruzado el 31 de mayo de 2016 entre la secretaría general y relación con inversores.
Desde JPMorgan y del entorno del inversor mexicano se niegan a hacer comentarios que interpreten el correo. Éste encaja con el intento de Del Valle de aumentar su participación en el banco durante la ampliación. La negativa de Ángel Ron a eliminar el derecho de suscripción preferente de los accionistas, así como a fusionarse con Sabadell, provocó un enfrentamiento del presidente de Popular con el mexicano.
El banquero español de Del Valle
Además, fuentes financieras consultadas por este medio confirman que el banquero de mayor confianza de Del Valle es Eduardo Cepeda, responsable de JPMorgan en México y Latinoamérica. Este banquero es español -asturiano como la familia de Del Valle-, se formó en BBV y trabaja en México desde hace 25 años.
En otro correo de la secretaría general se interpretaba la petición de Del Valle por una estrategia de "endeudarse hasta las cejas para limpiar el mercado". Es decir, comprar títulos que no quisieran otros accionistas en la ampliación, y así elevar su participación. Algo que no ocurrió porque hubo sobredemanda.
Un informe de analistas de JPMorgan hizo que el banco se quedara fuera de la ampliación de 2.500 millones
El papel de JPMorgan en la crisis de Popular es previa a esta intervención. A finales de 2015, el banco norteamericano, con Emilio Saracho a la cabeza, ofreció a Popular un análisis gratuito de su situación ante el mercado. La conclusión, como adelantó este medio, fue que a la entidad le faltaba 3.500 millones en capital y que "el equipo está quemado": Saracho le dijo a Ron que no podría ampliar capital de nuevo siendo él presidente. De hecho, quien hizo el 'road show' fue el director financiero, Francisco Sancha.
El siguiente encontronazo entre Saracho-JPMorgan y Ron-Popular llegó en mayo de 2016. Un informe del equipo de analistas del banco norteamericano detectaba un agujero de provisiones de 6.685 millones en Popular. Este golpe hizo que el equipo del banco dejara a JPMorgan fuera de los colocadores de la ampliación. Días después es cuando se mandó el correo que reproduce esta noticia.
En los meses siguientes, las gestiones en el consejo de la familia Del Valle y la consejera independiente Reyes Calderón consiguieron que Ron dejara la presidencia, dejando paso a Saracho. Otro correo adelantado por este medio refleja cómo Del Valle maniobró para derrocar a Ron, buscando el apoyo del "jefe del Opus Dei".
Al margen de la presidencia de su exdirectivo Saracho -cuya gestión en Popular debe desvincularse del banco estadounidense- JPMorgan volvió a irrumpir en escena en la venta exprés que Saracho intentó en mayo de 2017, junto a Lazard.
No tuvo éxito y el banco se vio abocado a la resolución, previo intento de los Del Valle y los chilenos Luksic de quedarse el banco a través de un ampliación exprés. Las mismas fichas en la vieja órbita del Popular.