Se acabó la paciencia en la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Tras más de cuatro años negociando acuerdos extrajudiciales con deudores, y poniendo en orden su presencia en miles de concursos inmobiliarios sucedidos en España, el organismo semipúblico se pone duro. "Cuando llevas años negociando con un deudor y ves que no te paga... es que no quiere pagar, y no hay otra opción que ir al juzgado", dice el presidente de Sareb, Jaime Echegoyen.
Sareb está presente en aproximadamente 3.800 concursos de inmobiliarias declarados desde 2008, cuando estalló la burbuja del ladrillo y la economía española se introdujo en la peor crisis vivida en democracia. De acuerdo a fuentes del organismo, en esos concursos Sareb reclama en total una deuda 9.000 millones de euros.
La compañía cuenta con una cartera de 26.000 millones de euros de préstamos y está presente, en total, en 12.200 procesos judiciales, todos ellos sobre préstamos al promotor (no hay hipotecas de particulares). De esa cantidad total de procesos, 7.500 son por hipotecarios y 3.800 concursos de acreeedores.
"No podemos mostrar beneplácito a quien no paga", advierte Echegoyen
"No podemos mostrar nuestro beneplácito a quien no paga", advierte Echegoyen, que el viernes pasado presentó los resultados de Sareb de 2017. La empresa ha iniciado una ofensiva legal en dos frentes para acelerar la venta de su cartera de préstamos: impulsará los procesos concursales en los que está presente como acreedor; y acudirá al juzgado para requerir los pagos a las empresas que no hayan todavía respondido ante la deuda exigida.
"Hemos hablado con los deudores y lo seguiremos haciendo", señala el presidente de Sareb. "Preferimos el camino blando que el duro, pero si hay que ir por otra vía se va al juzgado", dice, admitiendo que es previsible que en los próximos tiempos la litigiosidad de Sareb aumente.
En los últimos meses se ha palpado ya en algunos procesos concursales una actuación más decidida de Sareb. Como en el caso del concurso de Reyal Urbis, una de las mayores quiebras empresariales sucedidas en España, y en el que tras años de negociación para alcanzar un convenio que desde el principio parecía inviable, el plante de Sareb a seguir dando vueltas al asunto impulsó la liquidación de la empresa, el pasado mes de septiembre. Solo la deuda de Reyal Urbis con Sareb supera los 800 millones.
Sareb ha liquidado el 27% de su cartera en cinco años, 13.602 millones
También se ha notado la presencia de Sareb en el concurso de la compañía que era propietaria del In Tempo, el rascacielos de Benidorm, el edificio de viviendas más alto de Europa, que el pasado año fue vendido a un fondo. O en el caso del concurso de Nozar, donde recientemente Sareb ha requerido mayor agilidad al proceso, casi diez años después de que fuera declarado.
"Sareb está en los concursos de inmobiliarias más conocidos; pero también en otros miles de concursos mucho más pequeños, cada uno en su provincia, juzgado, con sus administradores concursales y con sus peculiaridades", comentan fuentes del organismo. "En estos años se ha tenido que poner en orden nuestra posición en todos estos procesos", añaden.
Durante los cinco años de existencia de Sareb, el cada vez menos conocido como 'banco malo', ha liquidado un 27% de la cartera con la que nació, unos 13.602 millones de euros. La gestión y desinversión de préstamos e inmuebles ha generado 20.700 millones de ingresos, y durante el periodo ha cancelado el 25,4% de la deuda, 12.906 millones. El pasado año perdió 565 millones de euros, un 15% menos.