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Depresión en las oficinas del Popular: "Usted lo ha perdido todo, pero yo he perdido más"

Empleados del banco afrontan el primer día tras ser adquiridos por Santander sabiendo que tienen unas perspectivas muy complicadas.

  • Un repartidor pasa ante una oficina del Banco Popular en el Paseo de Gracia
No es una mañana cualquiera en una oficina de Banco Popular en Madrid tras la resolución europea por la que el banco deja de cotizar. Los clientes se agolpan en la fila para hacer sus gestiones pero sin escenas de pánico. La solución parecía cantada desde hace varios meses y lo que ha sorprendido a todos, eso sí, es la fórmula utilizada, un rescate exprés que ha dejado a cero el valor de las acciones y la deuda subordinada. Y se ha llevado consigo a la mayoría de empleados.

Un hombre se acerca a la mesa. Explica al empleado su caso. Su padre compró 1.000 acciones en noviembre, a menos de un euro. Y quiere saber que pasa con ellas. "Usted por el momento ha perdido todo. Habrá que ver que ocurre más adelante y si Ana Patricia Botín ofrece algo. Pero acciones y deuda subordinada se quedan en cero. Si solo son 1.000 acciones no está tan mal. Posiblemente los costes de abogados no le compensarían tanto si quiere emprender una acción judicial. Pero yo acudí a la ampliación de junio del año pasado a 1,25 la acción. Tanto yo como muchos compañeros compramos porque creíamos que teníamos que apoyar a nuestra empresa. Ahora mi mujer está muy contenta. A ver quién me manda. Hemos perdido una pasta" cuenta el cariacontecido empleado. Reconoce que no le ha sorprendido el desenlace del banco aunque sí como se ha hecho. "Pensaba que nos compraría alguien mediante OPA, ofreciendo un precio por las acciones con algún tipo de prima. No lo que ha pasado que nos han valorado las acciones a cero que es como decir que el banco está en quiebra, cuando no es verdad".

"Si Ana Patricia no hace algo con los accionistas, perderá un montón de clientes" Para el bancario, "ni al Monte dei Paschi, que estaba mucho peor que nosotros, le han hecho esto". El cliente pregunta que puede hacer. "Por el momento esperar, Botín tiene que hacer algo porque nosotros no somos una pequeña caja que se pueda integrar sin problemas. Tenemos miles de empleados y millones de clientes. En junio no conseguimos meter apenas gente en la ampliación de capital"."Esto es como Bankia""Yo creo que el cliente minorista tiene mucho ganado. Los que han ido a la ampliación se les presentaron unos números que habrá que ver si estaban bien. Desde luego que yo, como otros compañeros, voy a demandar, primero habrá que ver lo que ofrece Santander, pero muchos tenemos claro que vamos a demandar. Es como Bankia, que salió a bolsa y a los seis meses no valía nada. Y a los que demandaron en este caso les han dado la razón. Aquí ha habido una dejadez total de las autoridades"."Aquí ha habido una dejadez total de las autoridades", lamenta un empleadoEn otra oficina próxima al Paseo de la Castellana, un joven cajero responde amablemente a las preguntas de todos los que le solicitan. "Esta mañana hemos recibido un correo diciendo que nos compraba el Santander. Si tienes acciones, ahora mismo lo has perdido todo a la espera de nueva orden. El futuro que le espera a esta oficina y a otras no lo sabemos, pero obviamente nosotros tenemos un Santander enfrente. No sabemos cuanto duraremos, pero sí que nuestro destino está echado".

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