El argumento de la mañana, se convirtió en una equivocación por la tarde. En ese intervalo, las presiones recibidas por Mariano Rajoy en México, donde está reunido el G20, obligaron a deshacer las razones que habían motivado el retraso a septiembre del resultado de las auditorías que están realizando KPMG, Deloitte, E&Y y PwC a la banca española. "No hay retraso. Se mantiene la fecha del 31 de julio", explicaban fuentes de Economía, después de una tarde de mucho teléfono con el equipo económico del Gobierno desplazado a México.
"El anuncio de la mañana ha sido una equivocación. Un error del Banco de España", comentaba una fuente del Gobierno, refiriéndose al retraso a septiembre de las conclusiones del examen al sector financiero. A lo largo de la mañana, otra fuente del Gobierno confirmaba de forma oficial que el comité de seguimiento de estas auditorías, formado por representantes del Banco de España, el Ministerio de Economía, el FMI, el BCE y los bancos centrales de Francia y Holanda, creía necesario disponer de más tiempo para recabar información más completa.
De hecho, las entidades habían recibido una comunicación oficial del Banco de España anunciando el retraso. "Se nos había señalado que los datos no estarían hasta finales de septiembre porque las auditoras necesitaban más tiempo. El problema es que el sector no tiene ese tiempo con el acoso que está sufriendo la prima de riesgo y el castigo bursátil diario", explican desde un banco. "O se toma una solución, como la del pasado agosto, de prohibir las posiciones cortas, o ningún banco llega vivo a septiembre", reclamaban desde otra entidad.
"El BdE informó oficialmente a las entidades de que los datos se retrasarían hasta finales de septiembre, porque las auditoras necesitaban más tiempo", explican en un banco
En el sector cayó como un jarro de agua fría la fecha de septiembre. "No se entiende que se estén intentando adelantar las conclusiones de los test de estrés que están efectuando Roland Berger y Oliver Wyman, que se esté presionando para conocer las condiciones del rescate y se paralice durante un mes la clave de la reestructuración. Conocer quienes necesitarán dinero público, la cuantía y si serán necesarias nuevas nacionalizaciones", sostenía el responsable financiero de una entidad.
"El retraso es otra pista de lo ineludible: el rescate a España, y no sólo a su sistema financiero. Si no, no se entiende que se posponga el anuncio de los datos fundamentales de esta reforma", razonaba un banco de inversión.
Por la tarde, el Gobierno de Rajoy se vio obligado a rectificar por las presiones recibidas en el G20, según reconocen varias fuentes del PP. De hecho, la propia Angel Merkel, en un encuentro con los periodistas desplazados a México, aseguró que el asunto del rescate bancario a España fue objeto específico de la cumbre, donde los líderes de los países más poderosos del planeta pidieron a España claridad sobre los detalles del rescate. Todos quieren saber cómo y cuándo pedirá España esos fondos, ya que aún no se ha formalizado el rescate, que fue anunciado tras la reunión del Eurogrupo del pasado 9 de junio.
En este sentido, el Gobierno de Rajoy no solicitará el rescate antes de este jueves, cuando se haga oficial la cifra de necesidades de capital que necesitará la banca española tras los test de estrés efectuados por Roland Berger y Oliver Wyman.
Desde las entidades se confía en que Economía no se limite a dar la cifra global, sobre la que hay un consenso general en una horquilla entre los 55.000 a 70.000 millones. "El Gobierno tiene que discriminar, de una vez por todas, las entidades que necesitarán apoyo de las que no", sostienen en un banco. Sin embargo, Economía aún no ha decidido si su anuncio irá más allá de la simple comunicación del dato global de capital para todo el sector.