Endesa cerró 2016 con un beneficio de 1.411 millones de euros, un 30% por encima del registrado el año anterior, en un ejercicio marcado por los bajos precios de la electricidad, especialmente en la primera mitad, y la adquisición de la totalidad de la filial Enel Green Power (EGP). Como sucediera en 2015, la compañía destinará íntegramente su resultado a retribuir al accionista, por lo que el dividendo se incrementará en la misma proporción.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Endesa se incrementó un 13% gracias a la aportación de EGP desde finales de 2016, que ha aportado a esta partida 75 millones de euros.
Los ingresos registraron un descenso del 7% al no replicarse en 2016 la partida no recurrente por la operación de canje de una serie de derechos de emisiones, por valor de 184 millones de euros. Además, en 2016 la eléctrica ha registrado una provisión de 226 millones para cubrir los costes de los planes de reducción de personal.
En el crecimiento del Ebitda han influido positivamente los menores costes de producción y la disminución de los costes medios en la compra de electricidad por las caídas registradas en el mercado mayorista. Paradójicamente, al mismo tiempo el comportamiento de los precios también ha afectado negativamente a Endesa, en el capítulo de ventas, aunque la eléctrica sostiene que la caída ha sido compensada por los efectos anteriores.
Mientras, la deuda financiera neta se ha incrementado un 14%, hasta 4.938 millones de euros. Endesa valora positivamente que la subida en términos absolutos haya sido de 615 millones de euros en un ejercicio en el que la compañía invirtió 1.207 millones en la compra de EGP y destinó 1.086 al pago del dividendo a cuenta de los resultados de 2015.