El grupo público italiano Enel ha tomado en menos de 24 horas las decisiones más controvertidas y trascendentales sobre su filial Endesa desde que se hiciera con su control en 2007. Entre el consejo de administración que celebró la eléctrica española este martes y la presentación de su plan estratégico el miércoles en Londres, Enel ha consumado dos operaciones en paralelo: la de desmantelamiento de sus activos más valiosos, los que tenía en Latinoamérica, y la del vaciamiento parcial de su caja, con la aprobación de dos macrodividendos que suman 14.173 millones de euros.
Para compensar el traspaso de los activos del subcontinente a la matriz italiana, Endesa aprobó un dividendo de 8.253 millones de euros. Adicionalmente, el consejo del martes dio luz verde a la entrega de una retribución extraordinaria de 6.353 millones. Los dos superdividendos suman 14.606 millones de euros que de una tacada recibirán todos los accionistas de Endesa, a razón de 13,8 euros por título, una cantidad nunca vista en España.
Dado que Enel controla un 92% de la eléctrica, el monto que se embolsará es de 13.437 millones de euros. Según la compañía, el pago de estos dividendos persiguen "la optimización de la estructura financiera del grupo", que hasta ahora contaba con una deuda muy por debajo de los estándares de los mercados bursátiles.
A la aprobación de los dos macrodividendos se unirá la Oferta Pública de Venta (OPV) que prepara Enel, para que su filial cotice, como dios manda, en los mercados bursátiles. Endesa salió del Ibex 35 porque su free float era de sólo el 8%, donde se quedaron agazapados (unos por enfado y rechazo a la operación, otros por despiste o desconocimiento) más de 150.000 accionistas minoritarios.
Ahora, Enel quiere hacer más caja y sacará a Bolsa un 22% adicional, para que un 30% del capital de Endesa sea negociable en el parqué. Aunque la operación está prevista para finales de este año o principios del que viene, si tomamos por referencia los precios actuales, ese paquete del 22% reportaría a Enel unos ingresos extra de 6.985 millones de euros. Endesa cerró ayer con una capitalización de 31.752 millones, tras caer sus títulos un 2,15%.
El valor a precios actuales del 22% que prevé sacar Enel a Bolsa ronda los 7.000 millones de euros
La suma total de todo el cash que se llevará Enel en este último trimestre ascenderá a unos 20.400 millones de euros, cantidad que representa actualmente el 2% del PIB español y que está levemente por encima de la mitad de lo que pagó la italiana por comprar Endesa hace unos siete años.
A esta cantidad habrá que unir el dividendo ordinario y tradicional, que se cobrará en 2015 con cargo a los resultados de este año y que se situará en 0,76 euros por título, lo que suponen unos 800 millones de euros adicionales, de los que 736 millones van a parar a las arcas del accionista de control.
Para los ejercicios siguientes, Endesa prevé aumentar su dividendo a un ritmo del 5% anualmente.
Pese a quedarse reducida a la mitad por la pérdida de los activos latinoamericanos, Endesa anunció ayer ante los inversores en Londres que prevé invertir 2.500 millones de euros en España hasta 2016, sobre todo en áreas como el desarrollo y ampliación de la vida útil de las centrales nucleares, en la implantación de los contadores inteligentes y en oportunidades de negocios renovables junto a la filial de su matriz, Enel Green Power.
Adicionalmente, Endesa prevé apostar fuerte por la compra de los activos de E.ON España y tirando de chequera ofrecerá hasta 3.000 millones de euros por todo el pack que ofrece la alemana.
Endesa apostará decididamente por España y Portugal, los dos únicos mercados en los que operará tras dejar Latinoamérica.