El equipo de George Soros ha estado en los últimos días en conversaciones con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para informarle de los detalles de su participación en la ampliación de capital de FCC, por la que el multimillonario estadounidense tomará aproximadamente un 25% del grupo de construcción y servicios. La intención ha sido, sobre todo, asegurarse de que la operación no conllevará la obligación de la lanzar una OPA sobre la compañía española, toda vez que el supervisor podría interpretar que se trata de una maniobra para tomar el control de la empresa.
Por el momento, la CNMV no se ha pronunciado en este sentido. Soros ha aclarado que la participación que tomará, a través del ejercicio de los derechos de suscripción que comprará a la principal accionista de la empresa, Esther Koplowitz, es de carácter financiero y que la gestión de la compañía seguirá en manos del actual equipo directivo.
De esta forma, Soros pretende evitar que el supervisor interprete que su actuación supone un concierto con Esther Koplowitz, lo que daría como resultado que juntos controlarían más del 30% de FCC y, por lo tanto, estarían obligados al lanzamiento de una OPA.
Los contactos entre el multimillonario norteamericano y la CNMV prosiguen para determinar de qué manera podrá estar representado en el consejo de administración de FCC, toda vez que el organismo supervisor está estudiando un nuevo código de gobierno corporativo para las compañías cotizadas.
Al mismo tiempo, Soros tampoco podrá tener una representación en el máximo órgano ejecutivo de la compañía de la que pueda derivarse una posición de control, ya que entonces el supervisor también podría obligarle a lanzar una OPA.
Participaciones paritarias
En cualquier caso, el acuerdo alcanzado entre Soros y Koplowitz para la entrada del inversor en FCC contempla que la participación de ambos será prácticamente idéntica, alrededor del 25%, de tal manera que la empresaria logrará el objetivo de que ningún accionista esté por encima de ella pese a la dilución de su participación que se producirá tras la ampliación de capital.
Y todo ello pese a que Soros ya posee una participación en la compañía, en torno a un 3% (precisamente adquirido a la propia Esther Koplowitz hace casi un año), y teóricamente sumaría un porcentaje superior al de la empresaria. Lo más probable será que Soros no acuda a la ampliación con las acciones que ya posee de FCC, con lo que las participaciones se igualarán.
Quien sí está previsto que acuda a la ampliación de FCC es Bill Gates. El poseedor de la considerada como mayor fortuna del mundo, según los escrutinios de la revista Forbes y la agencia Bloomberg, cuenta con cerca de un 6% de la compañía, que compró hace algo más de un año procedente de la autocartera de la empresa. De esta forma, el grupo constructor tiene asegurada ya en torno a un 55% de la ampliación de capital.
Esquivar los fondos propios negativos
La operación se aprobará en la junta extraordinaria de accionistas de FCC, que se celebrará el próximo jueves. La ampliación, por valor de 1.000 millones de euros, permitirá a la compañía amortizar hasta 900 millones de euros del tramo B del préstamo que obtuvo de la banca en la refinanciación que firmó antes del verano (dando por hecha una quita del 15%). Los más de 300 millones restantes irán al refuerzo de sus filiales Cementos Portland y FCC Environment.
Así, FCC evitará cerrar el ejercicio con fondos propios negativos de más de 400 millones de euros, supuesto que se hubiera producido sin la ampliación debido a los efectos del notable saneamiento que está llevando a cabo el grupo. Tras la ampliación, los fondos propios de la compañía se situarán por encima de 600 millones de euros.