La situación concursal de Husa Hoteles promete dar que hablar. De momento, el auto del concurso ha sorprendido no sólo por el mantenimiento de la directiva al frente (es decir, de Joan Gaspart), pese a ser un concurso necesario, sino por el extenso argumentario a favor de esta medida. Un auto con una exquisita amabilidad con Gaspart, que no ha pasado inadvertida. Mientras tanto, algunos medios como El Periódico informan de que Husa está traspasando activos desde distintas sociedades.
Los expertos jurídicos subrayan que en el caso de los concursos necesarios, se suele apartar a la dirección de la compañía concursada, nombrando a continuación administradores concursales independientes.
No ha sido este el caso de Husa, pese a que el concurso llega a solicitud del proveedor Alterna Solutions y que la mismísima cadena de hostelería se ha allanado en el proceso, es decir, ha aceptado todo y no ha puesto problemas.
Para el mantenimiento de Gaspart, el juez realiza unas extensas consideraciones, entre las que destaca que Husa ha manifestado voluntad de colaboración y que “la suspensión de las facultades patrimoniales dificultaría la consecución de dicho objetivo”.
Además, insiste en poner de manifiesto que la compañía genera empleo y tiene muchas sucursales, pese a las numerosas manifestaciones de la plantilla en distintas capitales por atrasos en las nóminas e incluso amenazas de huelga indefinida y la pérdida sostenida de hoteles bajo gestión, como Barcelona, Valencia o Sevilla.
Preocupación por el buen nombre
“Husa es una sociedad en funcionamiento que da empleo a más de mil trabajadores, con una evidente implantación en el territorio español; la gestión de la compañía debe mantenerse en una situación estable, manteniendo los órganos de gestión y decisión patrimonial para que puedan realizar las actuaciones tendentes a mantener la actividad de la compañía”.
Y vuelve a defender expresamente a Gaspart: el juez quiere ser “respetuoso con su trayectoria y actuación, no debiendo formularse juicios a priori sobre la actuación de la sociedad, de ahí que no se opte por la suspensión de facultades dado que esa decisión (…) podría comprometer sin base sólida el buen nombre de sus gestores”.
No es algo habitual que un juez se preocupe por el buen nombre de los gestores de una compañía concursada. En cualquier caso, mientras Husa ha logrado llevar a la desesperación a su plantilla, proveedores, bancos y se supone que al estado, ya que arrastra una importante deuda con Hacienda y la Seguridad Social, algunos medios denuncian el trasvase de activos, pasando la gestión de algunos centros a sociedades que tienen el nombre de la mujer del propio Gaspart, pero al revés. (Aritam)