Una semana ha durado la huelga indefinida en Hewlett Packard (HP). Los 2.100 trabajadores de Outsourcing y Consultoría y aplicaciones votaron el viernes realizar "un alto en el camino" en las movilizaciones. Un parón momentáneo que volverá a activar las protestas de la plantilla ante una nueva agresión de la empresa, según informa Javier Valero, secretario general de CCOO de HP en Consultoría y Aplicaciones.
La plantilla se reunió el viernes en Asamblea para estudiar las medidas que decidió imponer la empresa, porque entendían que las condiciones propuestas no implicaban una oferta de pactos sino una imposición. Desde CCOO realizan una valoración positiva de la huelga y consideran que han conseguido algunos logros:
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Que se elimine la reducción salarial
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Que el aumento de la jornada laboral se quede en 1.780 horas y no llegue a las 1.800 como estaba previsto en un principio
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La empresa planteaba distribuir de forma irregular el 15% de la jornada de los trabajadores y al final los sindicatos han conseguido que se quede en el 10%
Estas nuevas medidas se impondrán por la empresa a partir del próximo 1 de julio y responden a la última propuesta lanzada por HP que incluía los siguientes aspectos:
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No habrá reducción salarial
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Se elimina la revisión salarial automática y se aplica el Convenio colectivo del sector. En opinión de la empresa, se aplica la revisión salarial por méritos
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La jornada de trabajo se establece en 1.780 horas anuales, teniendo en cuenta que el umbral legal está por encima de las 1.800 horas anuales
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Se mantiene la jornada intensiva durante los viernes de julio y agosto excepto para aquellos sectores donde no se puede aplicar. A estos sectores se les compensará con jornadas de descanso
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La empresa podrá distribuir de forma irregular la jornada laboral con un límite del 10%
Fuentes próximas a la empresa consideran estas medidas “sensatas y razonables” y explican a Vozpópuli que todas estas medidas serán de aplicación a partir del próximo 1 de julio, tal y como se ha comunicado a los empleados. Desde los sindicatos aceptan estas medidas pero amenazan con responder de la misma manera ante una nueva agresión.
Y es que, como explica Javier Valero: “Nos hemos quedado con la sensación de que las plantillas no están dispuestas a aceptar un empeoramiento de sus condiciones sin movilizarse”.
