El fabricante de tecnología chino Huawei fabrica móviles y levanta antenas de telecomunicaciones, aunque también está presente en otros ámbitos y sectores, como lo son los servicios cloud (en la nube) y también en el de Internet de las Cosas.
El instituto IDATE calcula que en 2020 existan 80.000 millones de dispositivos conectados a Internet a través de una SIM. Un mercado que no sólo conectará hogares y ciudades inteligentes, sino también animales. De hecho la compañía asiática ya está llevando a cabo una iniciativa de este tipo en el noroeste de China.
Mediante un collar inteligente conectado a Internet de las Cosas (IoT) desarrollado por Huawei, empresas de telecomunicaciones del país ya han conectado a Internet a un millón de vacas.
La solución tiene un coste por cada cabeza de ganado de 10 euros al año, que incluyen el collar así como la aplicación de monitorización y el sistema de sensores biométricos
De esta forma los ganaderos saben las zonas por las que se mueve el animal, los kilómetros que recorre a diario, las zonas de pasto por las que transita, e incluso el estado de salud de cada animal, ya que el collar cuenta con sensores biométricos capaces de alertar cuando cada cabeza de ganado no se encuentre en un estado de salud óptimo.
Esto permite saber cuándo un animal se mueve menos de lo normal o tiene cualquier problema de salud antes de que sea demasiado tarde.
Una iniciativa que, según Ken Hu, consejero delegado de la compañía, ha supuesto un incremento del 50% en los beneficios que cada ganadero obtiene con cada animal. "Hablamos de un aumento del beneficio por cada vaca de 420 euros al año", asegura.
La tecnología inalámbrica utilizada es la denominada NB-IoT. Se trata de un estándar de comunicación que otorga mucha autonomía a los dispositivos. Pueden estar varios años sin necesidad de cargarse
Esto se debe a que, con toda la información recogida, se pueden administrar mucho mejor los ciclos de extracción de la leche para que se produzcan en el óptimo en cada caso.
10 euros de coste
La solución tiene un coste por cada cabeza de ganado de 10 euros al año, que incluyen el collar así como la aplicación de monitorización y el sistema de sensores biométricos.
La tecnología inalámbrica utilizada es la denominada NB-IoT. Se trata de un estándar de comunicación que otorga mucha autonomía a los dispositivos. Pueden estar varios años sin necesidad de cargarse.
Se trata de un negocio redondo, según Ken Hu, para todas las partes. Para los operadores de telecomunicaciones porque ganan abonados donde no lo imaginaban y para los agricultores porque consiguen sacarle mayor rendimiento a cada animal. Para Huawei también lo es, claro. La compañía china es la desarrolladora de esta solución y una de las más interesadas en que se comercialice.
Joselito y el Big Data de los cerdos
En España la firma de jamones Joselito también trabaja su ganadería porcina con la ayuda de tecnología. En su caso cuenta con una gigantesca base de datos -Big Data- en la que almacenan información de cada cerdo, como la fecha de nacimiento, quiénes son sus progenitores, zonas de la dehesa por las que se ha movido, el tipo de bellota que ha comido, dónde se ha realizado la curación de cada pieza de jamón y hasta el clima de cada momento del año.
Toda esa información genera un batido de datos que permite mejorar la calidad del jamón en función de las condiciones de cada uno de ellos una vez finalizado su proceso de curación. Para saber cuál es el estado de cada pieza, la empresa salmantina cuenta con una 'nariz inteligente' -sólo hay dos en el mundo- capaz de desentrañar la química de cada jamón y saber su estado de curación y composición química, entre otras cosas.