“España no es ahora el lugar ideal para financiarse”. El director general de ACS, Ángel García Altozano, expresó con toda claridad las intenciones del grupo constructor a la hora de acercarse a su participada Hochtief. A finales del pasado mes de mayo, Vozpópuli adelantó que ACS le había dado un nuevo impulso a la fusión con la alemana para buscar, entre otros objetivos, facilidades para financiarse.
Altozano respondía de esta forma a los analistas cuando alguno de ellos se interesó por informaciones publicadas en las últimas horas por la prensa financiera alemana sobre un acercamiento entre ambas compañías, más concretamente para tratar de fusionar Hochtief con Dragados, la cabecera de construcción de ACS. “Tiene sentido en estos momentos para nosotros”, señaló el director general, aunque no confirmó ni desmintió la noticia.
El presidente de la constructora, Florentino Pérez, situó como objetivo del grupo lo que denominó “el proyecto ACS-Hochtief” y lo hizo repetidamente, con insistencia, no menos de seis veces. También se refirió a él como “la gran ilusión” de la compañía en estos momentos.
Como señaló este diario en su información (ver noticia relacionada), la operación tendría como uno de sus principales objetivos que ACS pudiera esquivar el riesgo país que padece como empresa española. Los mercados están castigando a las compañías de nuestro país por su situación económica, la elevada prima de riesgo, el escenario del sistema financiero y demás circunstancias negativas. Una fusión crearía una empresa de ámbito europeo, con un claro componente alemán, que facilitaría de forma notable el acceso a los mercados.
Desembarco progresivo
Pérez habló incluso de la posibilidad de que ACS incrementara su participación en Hochtief, que se encuentra en el entorno del 50%, próximamente. “Aumentar nuestra presencia en Hochtief forma parte de nuestra estrategia aunque también sería importante que la compañía contara con un amplio capital flotante”. Además de la empresa española, el brazo inversor del Gobierno de Qatar también figura como accionista de referencia, con una participación del 10%.
“En este negocio las personas son muy importantes”, destacó Altozano para explicar por qué ACS ha ido situando a algunos de sus principales directivos en los órganos de gobierno de su participada alemana.
El proceso se inició hace algún tiempo pero ahora ya no tiene vuelta atrás, especialmente desde que el grupo se vio obligado a salir parcialmente de Iberdrola, lo que le ha generado un agujero superior a los 1.850 millones de euros.