La alarma roja lleva tiempo encendida en el aeropuerto de Madrid-Barajas por el descenso en el número de pasajeros, que provocó incluso que el pasado mes de agosto fuera superado en este capítulo por el de Barcelona-El Prat. Pero esta circunstancia se queda en anecdótica cuando se analizan los datos con cierta perspectiva. El drama para Barajas es que ha perdido casi ocho millones de pasajeros en tan sólo dos años, a una media de algo más de 10.800 usuarios cada día. Precisamente, durante los dos años que funciona como tal la fusión entre Iberia y British Airways.
Un comportamiento que difiere totalmente con el experimentado por el aeropuerto que ha logrado superar sus registros en un mes tan crucial como agosto. Así, en estos mismos dos años, Barcelona-El Prat ha recuperado casi un millón de pasajeros. Si se tienen en cuenta los datos desde que comenzó la crisis, contrasta el descenso del 23% de usuarios que ha experimentado Barajas con el incremento del 8,3% registrado en ese mismo periodo por El Prat.
José Manuel Vargas, presidente de AENA, apuntó recientemente a los efectos de la crisis económica en España y a la competencia que supone la alta velocidad ferroviaria como las causas que explicarían el descenso de pasajeros en Barajas. En tercer lugar también hizo alusión a la reestructuración de Iberia, cuya base se encuentra en Barajas. “Cuando una aerolínea se reestructura, su aeropuerto sufre”.
Sin embargo, las cifras restan mucho protagonismo a la crisis y a la competencia del AVE y cargan todo el peso sobre la fusión de Iberia con British Airways. Así, en los cuatro primeros años de la crisis (sin el factor de la fusión efectiva de ambas bajo el paraguas del holding IAG), Barajas perdió 1,05 millones de pasajeros (la cifra pasó de 39,15 millones de usuarios en los nueve primeros meses de 2007 a 38,10 millones en el periodo enero-septiembre de 2011). Y en los dos siguientes, los que coinciden con la fusión, la cifra de usuarios perdidos se multiplica casi por ocho.
Mientras, en esos primeros cuatro años de crisis, Barcelona-El Prat vio cómo su número de usuarios se incrementó en 1,15 millones (un 4,5%).
Giro radical en 2011
Pero el escenario cambia a partir de 2011. Mientras Barajas pierde los citados ocho millones de pasajeros, que supone un descenso del 20,7%, Barcelona prosigue incrementando el número de usuarios, cerca de un millón más en los dos últimos años (de 26,44 millones a 27,40).
Antes de que comenzara la crisis, los principales trazados de alta velocidad (Madrid-Sevilla y Madrid-Barcelona) ya se encontraban funcionando a pleno rendimiento, con lo que el posible efecto en del tráfico aeroportuario (cifrado por Vargas en 4,4 millones de usuarios) se produjo de forma tendida a lo largo de los últimos años.
También es significativa la evolución de los pasajeros en los aeropuertos españoles más concurridos desde que se inició la crisis. Barcelona y Alicante, con incrementos del 8,3% y el 7,6%, respectivamente, son los que mostraron un mejor comportamiento mientras que Gran Canaria (-8%) y Málaga (-4,1%) reflejaron la peor cara. Pero nada que ver con el desplome del 23% sufrido por Barajas, y más si se tiene en cuenta que la evolución negativa tan sólo era del 2,6% hasta 2011.
Así pues, los números no engañan. Ni la crisis ni la competencia de la alta velocidad justifican tal caída y menos en un periodo de tiempo tan reducido. Sin embargo, en su proceso de reestructuración, Iberia ha dejado de operar 25 rutas tanto de corto y medio radio como de largo. Esta circunstancia sí aparece como novedosa y afecta forzosamente a Madrid-Barajas en tanto en cuanto se trata del hub de una compañía de red tan grande como la española.
El Prat reaccionó con la nueva Vueling
En este sentido, Barcelona-El Prat es el caso diametralmente opuesto. El auge del aeropuerto barcelonés coincide con el nacimiento de la nueva Vueling, en 2009, fruto de su fusión con Clickair. Hasta ese momento, la crisis había tenido más impacto en El Prat que en Barajas. Entre septiembre de 2007 y septiembre de 2009, el aeropuerto que sirve de base principal a Vueling perdió 4,8 millones de pasajeros, un 16,5%, mientras que Barajas habia reducido el número de visitantes en 2,4 millones (un 6,1%).
A partir de ese año, las diferencias han sido absolutamente demoledoras. El desarrollo de Vueling ha sido uno de los factores clave para explicar cómo Barcelona-El Prat ha recuperado desde entonces nada menos que 6,3 millones de pasajeros (un 29,7%) mientras que Barajas perdió 6,5 millones de usuarios en ese mismo periodo, un descenso del 17,8%.
Y otro dato esclarecedor. En septiembre de 2009, la diferencia entre ambos aeropuertos se situaba en 15,63 millones de pasajeros a favor de Barajas. Los últimos datos publicados por AENA sitúan esa diferencia en septiembre de 2013 en sólo 2,8 millones.
Ahora, tanto Iberia como Vueling se encuentran en IAG, que adquirió recientemente la exitosa low cost española. El sector está expectante ante el desarrollo del modelo de negocio del holding y la evolución que a partir de ahora tendrá el tráfico aeroportuario. Pero si algo tiene claro el mercado es que la situación y la evolución de Madrid-Barajas no es la ideal para el proceso de privatización de AENA.