El mediador se ha reunido este jueves con los representantes de la dirección de Iberia y los sindicatos después de que el miércoles les hiciera llegar un borrador de su propuesta, que contempla la reducción del número de despidos a 3.141 (desde los 3.807 que refleja el plan de la compañía) y, además, la aplicación del ERE actualmente en curso en Iberia, bajo las premisas de la anterior regulación laboral.
La reunión, que se ha extendido durante algo más de dos horas, ha concluido con el resultado de fijar una nueva cita, la definitiva, para primeras horas del próximo lunes. Entonces se conocerá el documento definitivo y si las partes lo aceptan o no, dado que la oferta del mediador no es necesariamente vinculante.
Durante el encuentro, las partes han tenido la oportunidad de expresar sus dudas sobre la propuesta de Tudela y también de realizar comentarios, aunque de la oferta no se ha movido ni una coma. “No se trata de un arbitraje sino de una mediación. La reunión no se había convocado para hacer enmiendas ni alegaciones”, aclaró una fuente involucrada en las negociaciones.
Al término del encuentro, Tudela encomendó a los diferentes sindicatos y a la dirección de la compañía a reflexionar en las próximas 72 horas sobre la propuesta y volver a presentarse en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Madrid a primera hora del lunes para dar sus respuestas definitivas.
Cuatro meses plagados de fechas clave
De esta forma, el viernes tendrá lugar la última jornada de huelga de esta semana en Iberia y la décima desde que comenzaron los paros, allá por el pasado 18 de febrero. Por el momento, aun hay convocados otros cinco días de huelga, los que van del 18 al 22 de marzo. Los representantes de los trabajadores ya han comunicado que si el conflicto no encuentra solución en los próximos días las protestas se extenderán durante la siguiente semana, lo que supondría afectar directamente a los días de Semana Santa.
El lunes volverá a ser un día clave para Iberia, el enésimo más uno de los últimos cuatro meses, los que han transcurrido desde que la aerolínea española presentara el denominado Plan de Transformación, que incluía los recortes de puestos de trabajo, salarios y productividad que pusieron en pie de guerra a los sindicatos.
Si la mediación propuesta por Fomento no funciona, el Gobierno se vería abocado a forzar un arbitraje que no sería nada sencillo y cuya posibilidad ya ha llevado a IAG a moverse para tratar de evitarlo vía Comisión Europea. Sin contar con que las huelgas pondrían a Iberia en una situación aun más límite.