En junio de 2007 Apple presentaba al mundo su original iPhone. Y seis meses antes Steve Ballmer, CEO de Microsoft, vaticinaba para la compañía de la manzana un sonoro fracaso: "Apple está vendiendo cero teléfonos al año. En seis meses, van a tener el teléfono más caro, con diferencia, que ha habido nunca en el mercado... Así que vamos a ver cómo les va, vamos a ver que tal les va en la competición". Y se equivocó de pleno. Apple arrasó en el mercado de los teléfonos móviles y arrastró a sus competidores a fabricar teléfonos con las mismas prestaciones. Cuando le preguntaron a Steve Jobs por el iPhone y la ausencia de Apple hasta ese momento en el mercado de los móviles simplemente respondió: "No vamos a ser los primeros en esta fiesta, vamos a ser los mejores".
Y de esta forma, Apple ha ido fidelizando a sus clientes, que son capaces de formar largas colas a las puertas de sus tiendas para hacerse con el último producto de la empresa californiana. Ahora, seis años después de la aparición del primer iPhone, están a punto de llegar a España los nuevos modelos del revolucionario teléfono: los iPhone 5S y 5C, pero a un precio de venta sensiblemente más alto del que tienen estos productos en Estados Unidos. Según el comparador de precios Kelisto, al consumidor español le costará hasta un 47,5% más caro comprar un iPhone que a uno en Estados Unidos.
Mientras que el iPhone 5S de 16 GB se vende libre en Estados Unidos a un precio de 649 dólares (479 euros), en España se venderá a 699 euros: una diferencia de 220 euros. Es decir, un 45% más caro.
En Estados Unidos, la compañía puede llegar a obtener un margen hasta cuatro veces mayor de lo que le cuestan las piezas para fabricar el teléfono. Según un informe que ha publicado la firma IHS, a Apple le cuesta sólo 199 dólares fabricar el modelo de 16 GB de memoria del iPhone 5S, el más básico de los que comercializa. Sin embargo, su precio de venta al público (del modelo libre) es de 649 dólares, una cifra que supera en un 226,13% el coste de fabricación y que permite a la compañía embolsarse un margen de 450 dólares por cada venta. De este margen debería salir el coste de la mano de obra y la parte correspondiente a lo que invierte la compañía en marketing, i+D… pero la diferencia resulta elevada.
A pesar de que el precio de venta al público de los nuevos iPhone 5S y 5C puede llegar a ser casi seis veces superior al coste de fabricación de los dispositivos, Apple los puso a la venta el pasado viernes 20 de septiembre en sólo 11 países (Estados Unidos, Australia, Canadá, China, Francia, Alemania, Hong Kong, Puerto Rico, Reino Unido, Japón y Singapur), y durante el primer fin de semana se vendieron más de 9 millones de unidades. Los dos teléfonos se convirtieron así en los productos de la firma de Cupertino que mejor han respondido en el mercado tras su lanzamiento.
A España llegará el próximo 25 de octubre, pero ninguna compañía ha confirmado sus planes de comercialización del nuevo iPhone 5S. Teniendo en cuenta que la mayor parte de ellas dejaron de subvencionar teléfonos y lo que ofrecen más bien son opciones de financiación, es posible que los consumidores no obtengan un gran ahorro con ellas comparándolo con su precio libre en el mercado, a no ser que alguna operadora lance alguna promoción específica.
Sí conocemos ya el precio de venta del dispositivo libre en el mercado, sabiendo el coste en euros en países como Francia, donde ya se comercializa desde el pasado 20 de septiembre. El modelo básico de 16 GB se venderá a 699 euros. Si como hemos visto anteriormente el coste de fabricación es de 199 dólares (lo que equivale a 146 euros), Apple se estaría embolsando en España alrededor de 553 euros por cada teléfono vendido, es decir, un 379% más del valor de sus piezas.
La reducción de costes en la elaboración de los teléfonos no se ha traducido en un descenso del precio de los dispositivos para los consumidores en ninguna de sus versiones. Ahora el iPhone 5S de 16 GB costará 699 euros mientras que el iPhone 5 de la misma capacidad, se vendía libre en su lanzamiento por 669 euros.
En cualquier caso, y aunque los nuevos teléfonos sean más caros, Apple ha conseguido venderlos mejor que nunca allí donde los ha lanzado. El próximo 25 de octubre llegan a España los iPhone 5S y 5C, ¿será un freno para los consumidores españoles el elevado precio de los teléfonos? Habrá que verlo.
