1.329 euros. Eso es lo que cuesta la versión más potente del iPhone X, el último terminal de la compañía norteamericana.
Un equipo que en su día levantó muchas suspicacias por su precio pero que, a la postre, ha resultado ser todo un acierto para la compañía que capitanea Tim Cook.
La compañía ha anunciado los resultados financieros del primer trimestre de su año fiscal 2018, cerrado el 30 de diciembre de 2017 y ha registrado unas ventas trimestrales 88.300 millones de dólares, creciendo un 13 por ciento con respecto al mismo período del año anterior y estableciendo un nuevo récord trimestral histórico.
En cuanto al beneficio neto trimestral, la firma norteamericana ha alcanzado los 3,89 dólares por acción, lo que supone un crecimiento del 16 por ciento frente al mismo periodo del pasado año. El 65 por ciento de las ventas trimestrales las ha realizado Apple fuera de EEUU.
“Nos satisface informar del mejor trimestre en la historia de Apple, con un amplio crecimiento que incluye los mayores ingresos logrados hasta la fecha por una nueva línea de iPhone. El iPhone X superó nuestras expectativas y ha sido el iPhone más vendido todas las semanas desde que se lanzó en noviembre", dice Tim Cook, consejero delegado de Apple. “Hemos logrado también cruzar un hito muy importante, con nuestra base instalada de dispositivos activos superando los 1.300 millones de unidades en enero. Esto supone un incremento del 30% en tan sólo dos años, lo que evidencia la popularidad de nuestros productos y la lealtad y satisfacción de nuestros clientes".
“Gracias al gran rendimiento operativo y de negocio, hemos logrado un nuevo récord trimestral histórico en rentabilidad, con un incremento del 16% en el beneficio por acción", dice Luca Maestri, director financiero de Apple. “El flujo de caja por operaciones ha sido muy notable alcanzando los 28.300 millones de dólares y hemos devuelto 14.500 millones de dólares a los inversores este trimestre a través de nuestro programa de retorno de capital".