Mango afronta la sucesión tras el repentino fallecimiento de su fundador, Isak Andic, en un accidente en las montañas. El alma del grupo, y presidente no ejecutivo, deja Mango en la cumbre del éxito, con 3.000 millones de facturación anual y presencia en 120 países y abre una nueva etapa para el gigante de la moda.
Toni Ruiz seguirá dirigiendo la empresa como CEO de Mango, pero el grupo seguirá en manos de la familia, tal y como deseaba su fundador. Jonathan Andic (1981), hijo de Isak, es el heredero natural tras la muerte de su padre en un accidente de montaña en Barcelona.
El primogénito de Andic, que era quien acompañaba a su padre en el mediodía de este sábado por una ruta de montaña cerca de las cuevas del Salnitre, ha desempeñado un papel fundamental en el grupo. Durante muchos años, ocupó el cargo de vicepresidente ejecutivo de Mango, durante los años de Dani López al frente de la compañía. Durante este tiempo, Isak trató de dejar poco a poco la empresa para dedicarse a una vida más tranquila y dedicar tiempo a otras aficiones, como el montañismo.
Sin embargo, la pareje de López y Jonathan no funcionó bien, y en 2015 la empresa llegó a recortar su beneficio un 96%. Por ello, en 2016, el padre tuvo que regresar a la compañía tras dos años de pérdidas que pusieron en jaque su imperio. Ambos se quedaron en el grupo hasta 2018, con la entrada de Toni Ruiz como director general primero y como CEO después.
Pese a este bache, Jonathan Andic ha tenido un papel funfamental en la compañía. Aunque entró en Mango en 2005, su gran oportunidad llegó en 2007, cuando su padre le encargó el lanzamiento de Mango Man, la línea para hombres. Su trabajo fue excelente: hizo grande la línea de negocio y la convirtió en una de las divisiones más relevantes de la compañía. En 2023 esta rama facturó 325 millones de euros.
Hasta este sábado, Jonathan seguía al frente de Mango Man, además de formar parte del consejo de administración y del comité de dirección. Esta nueva etapa que se abre para Mango es también una nueva oportunidad para su hijo, que tiene que demostrar que ahora sí será capaz de seguir haciendo grande a la compañía.
Jonathan tiene dos hermanas, que en menor medida, también han estado ligadas a la compañía. Judith, la segunda, tiene 39 años y tras completar sus estudio de moda, se incorporó a Mango para dirigir la parte creativa de las colecciones premium. A diferencia de su hermano, nunca adquirió un rol ejecutivo en la empresa ni en el consejo de administración. La pequeña del clan es Sarah, de 27 años, ha llevado una carrera similar a su hermana, también en un discreto segundo plano. En su caso, está centrada en acción social.
En cualquier caso, los tres hermanos están unidos porque todos ellos son vocales del consejo de administración de Punta Na, la sociedad que agrupa los negocios inmobiliarios del fundador de Mango. El 100% de esta firma está en manos de Punta Na Holding. Esta última, a su vez, posee el 95% de las acciones de Mango MNG Holding, la compañía matriz del grupo de moda. Isak Andic desempeñaba el rol de administrador único de Punta Na Holding.
Andic deja Mango en la cumbre del éxito
Cuando Isak Andic abrió su primera tienda de ropa para mujer en Barcelona en 1984, nadie supo ver que aquel español de adopción -llegó a España con 14 años desde su país de origen, Turquía- lograría levantar un imperio de la moda. Cuarenta años de aquel primer Mango, la empresa es un referente internacional con 2.700 tiendas repartidas en 120 países, a lo que se añade la fortaleza que posee la firma en el mercado online: hoy, uno de cada tres euros que factura es a través de su 'tienda' digital, lo que asegura que la firma se sitúa a la vanguardia de la tecnología dentro del sector textil.
Con todo ello, en 2023 cerró con unos resultados económicos récord: más de 3.000 millones de euros. Este 2024, que suponía el cuarenta aniversario de la firma, cierra de una forma triste por la pérdida de Andic, un referente mundial que decidió poner a Barcelona en el mapa del mundo de la moda.
